Reajustar las prioridades clínicas | 02 JUN 20

Manejo de la EII durante el brote de COVID-19 (Milán)

Se describen los rápidos cambios y los problemas clínicos que los especialistas en enfermedad inflamatoria intestinal podrían enfrentar durante esta pandemia

Introducción

El brote mundial de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha llevado a un desafío dramático para todos los sistemas de atención médica. Aquí, se describen los rápidos cambios y los problemas clínicos que los especialistas en enfermedad inflamatoria intestinal (EII) podrían enfrentar durante esta pandemia de infección por SARS-CoV-2, destacando los posibles reordenamientos de la atención y el restablecimiento de las prioridades clínicas.


Pacientes con EII

¿Cuáles son las implicancias de COVID-19 para pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII)?

Con más de 5.000 pacientes con enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa, el centro de EII en Milán (N. de la R.: sede de los autores), se ha visto inundado por las solicitudes de los propios pacientes que preguntan sobre el riesgo de infección en pacientes con EII y consultan qué precauciones tomar, en particular con respecto a su tratamiento inmunosupresor, pero no limitado a éste.

El brote de COVID-19 es una situación rápida y en evolución, y aún no se dispone de información sobre la incidencia y/o riesgo de infección en pacientes con EII. Sin embargo, es importante aconsejar a los pacientes que les informen que >80% de los casos reportados de COVID-19 han sido leves en los estudios publicados, y la proporción de casos fatales podría ser una sobreestimación ya que muchos casos asintomáticos no se identifican.

Para los autores, el mejor consejo para los pacientes con EII es tratar de minimizar el riesgo de infección siguiendo una buena higiene de manos (lavado frecuente con agua y jabón), cubriendo la boca y la nariz con un pañuelo de papel o la manga (no las manos) al toser o estornudar, evitando el contacto cercano con cualquier persona con síntomas similares a los de la gripe y/o las vías respiratorias superiores, y quedarse en casa o aislado si es posible.

Además de estas medidas, los informes indican que los pacientes pueden tener ARN viral presente en sus heces y que el virus vivo se ha aislado de las muestras fecales.

Por lo tanto, se debe tener precaución al usar baños públicos, dada la posible ruta de transmisión fecal-oral.

Un número cada vez mayor de pacientes con EII tratados con inmunomoduladores o agentes biológicos en el centro donde los autores trabajan han preguntado si una pausa en su terapia inmunosupresora estaría justificada durante el brote de COVID-19. Por el momento, no existen recomendaciones formales basadas en evidencia de sociedades clínicas o gobiernos para pacientes en inmunosupresión, como aquellos con EII.

Sin embargo, un estudio en una población de atención terciaria de 2.600 pacientes con EII seguidos durante >15.000 años-paciente describió una caracterización exhaustiva y validación (informes de hospitalización) de todas las infecciones virales graves (por ejemplo, todas las que requirieron hospitalización), incluido el virus varicela zoster (VZV), virus del herpes simple (HSV), citomegalovirus (CMV) y virus de Epstein-Barr (EBV) pero no SARS-CoV-2.

El seguimiento incluyó 3.800 años-paciente de exposición a agentes anti-TNF, >4.800 años-paciente de exposición a inmunosupresores, y >1.200 años-paciente de seguimiento en aquellos >65 años. Los investigadores identificaron 31 casos de infecciones virales graves relacionadas con la infección por EBV, CMV, VZV y HSV. Los dos impulsores independientes del riesgo fueron la EII clínicamente activa y la exposición a tiopurinas. No se observaron casos de gripe estacional grave ni muertes por gripe estacional.

Aunque muchos de estos pacientes habían sido vacunados contra la gripe estacional, según lo recomendado por la Organización Científica Europea de Crohn y Colitis Ulcerosa (ECCO), la adopción de la estrategia de vacunación es muy baja y el efecto protector de la vacuna es moderado, particularmente en pacientes en estado de inmunosupresión.

Por lo tanto, por el momento, no parece apropiado recomendar la pausa del tratamiento inmunosupresor en pacientes con EII, aunque las tiopurinas se han asociado con el riesgo de infección viral grave en la EII, la International Organization for the study of Inflammatory Bowel Disease (IOIBD) recomienda que se sigan tomando ya que estos agentes tardan meses en eliminarse del cuerpo, por lo que suspender estos medicamentos no ayudará en el corto plazo. Además, está en curso una encuesta de la Federación Europea de asociaciones de Crohn y Colitis Ulcerosa y la ECCO para explorar la necesidad de educación sobre COVID-19.

 

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