Análisis de riesgos y beneficios | 08 SEP 19

Antipsicóticos: ¿qué ocurre con el uso prolongado?

La terapia de mantenimiento con antipsicóticos es recomendada a mediano plazo ya que reduce las recaídas en pacientes con esquizofrenia
Autor/a: Correll C, Rubio J, Kane J World Psychiatry 17(2):140-160

Introducción y objetivos

El uso de antipsicóticos es generalizado en pacientes con esquizofrenia con el fin de resolver el cuadro agudo y prevenir las recaídas. No obstante, el tratamiento agudo puede provocar efectos adversos como el aumento ponderal, los trastornos metabólicos y la prolongación del intervalo QTc.

En general se acepta que los beneficios del tratamiento son mayores que los riesgos observados durante un período de seguimiento de 1 a 2 años. En cambio, los beneficios del tratamiento antipsicótico más allá de los 2 años de seguimiento no son comprendidos en su totalidad.

Según lo informado por algunos autores, el tratamiento a largo plazo no mejora la evolución y puede tener consecuencias negativas iatrogénicas. De todos modos, no existen datos concluyentes al respecto.

El presente estudio se llevó a cabo con el objetivo de evaluar los riesgos y beneficios potenciales del tratamiento antipsicótico a largo plazo.


Eficacia y tolerabilidad de los antipsicóticos

El tratamiento antipsicótico prolongado se asocia con disminución del cumplimiento, lo cual aumenta la frecuencia de recaídas. También se observa una asociación entre el incumplimiento terapéutico y el aumento del índice de masa corporal (IMC).

Las formulaciones inyectables de acción prolongada permitirían reducir el riesgo de internación, en comparación con las formulaciones administradas por vía oral, aun en pacientes con cuadros graves. Además, no existirían diferencias significativas entre ambos tratamientos al considerar el perfil de tolerabilidad, la frecuencia de discontinuación relacionada con la aparición de efectos adversos y la mortalidad.

No obstante, no se cuenta con información concluyente más allá del año de tratamiento. De acuerdo con lo informado en estudios controlados con placebo sobre el uso de antipsicóticos para la terapia de mantenimiento, la prevención de las recaídas es considerable, pero disminuye con el correr del tiempo.

La prevención sería mayor en pacientes que reciben formulaciones inyectables de acción prolongada. En cuanto a la tolerabilidad del tratamiento, se observó una frecuencia mayor de aumento ponderal y síntomas motores ante el uso de antipsicóticos, en comparación con la administración de placebo.

Según los resultados obtenidos en estudios de cohortes a largo plazo, los pacientes que reciben antipsicóticos presentan un cuadro de mayor gravedad en comparación con aquellos que no reciben dichas drogas durante el período de seguimiento. No obstante, la gravedad de la enfermedad sería mayor en los pacientes tratados con antipsicóticos a largo plazo, lo cual limita la fiabilidad de los resultados.

Tanto la falta de respuesta al tratamiento como la internación, el riesgo de suicidio y la mortalidad fueron superiores entre los individuos que no recibieron antipsicóticos, en comparación con los pacientes que recibieron las drogas a largo plazo.

Según lo informado en estudios sobre la disminución de la dosis y la discontinuación del tratamiento antipsicótico, los fármacos podrían retrasar más que prevenir las recaídas, con consecuencias negativas sobre el funcionamiento de los pacientes a largo plazo, aunque existen limitaciones que impiden la obtención de resultados concluyentes al respecto.

La disminución de la dosis de antipsicóticos fue comparada con la continuidad del tratamiento con dosis de mantenimiento estándar. En algunos estudios se informó la ausencia de diferencias entre ambos esquemas en términos de respuesta al tratamiento e internación. Sin embargo, la administración de dosis muy bajas se asoció con aumento del riesgo de recaídas e internación.

También se informó una mejoría del funcionamiento cognitivo ante la reducción de la dosis de antipsicóticos, aunque los resultados disponibles son heterogéneos. Puede indicarse que los antipsicóticos son eficaces a mediano plazo, en tanto que no se cuenta con información concluyente en contra de la eficacia a largo plazo.


Morbilidad y mortalidad física

La morbimortalidad de los pacientes esquizofrénicos es mayor en comparación con lo observado en la población general.

Asimismo, el uso de antipsicóticos aumenta el riesgo cardiovascular. La esquizofrenia se asocia con una prevalencia elevada de sedentarismo, obesidad, enfermedad cardiovascular, diabetes y tabaquismo, entre otros cuadros.

Sin embargo, la frecuencia de tratamiento de dichas afecciones es baja. Lo antedicho se traduce en una disminución de la expectativa de vida de los pacientes con esquizofrenia. Las enfermedades médicas crónicas asociadas con el tabaquismo, la obesidad y el sedentarismo generan la mayor parte de la varianza relacionada con la mortalidad prematura.

Los efectos metabólicos y cardiovasculares del tratamiento antipsicótico a largo plazo pueden contribuir con la morbilidad y la mortalidad de los pacientes esquizofrénicos. Se desconoce la influencia del tratamiento antipsicótico sobre la subutilización de servicios de salud por parte de los sujetos esquizofrénicos.

Si bien el tratamiento antipsicótico aumenta el riesgo cardiovascular a largo plazo, se asocia con disminución de los índices de mortalidad, en comparación con la ausencia de tratamiento.

Si bien existen factores que disminuyen la fiabilidad de dichos hallazgos, puede indicarse que el balance entre los riesgos y los beneficios del tratamiento antipsicótico a largo plazo es favorable en términos de disminución de la mortalidad.

 

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