Cerebro Clínico: video y artículo | 31 ENE 23

¿Cómo sabemos que sabemos?

¿Saber o sentir que se sabe? Saber requiere de señales que nos informen que sabemos. Hay diferencias entre "saber" y "sentir que sabemos", repasamos los mecanismos involucrados y sus implicancias en la clínica y en la vida cotidiana
Autor/a: Dr. Daniel Flichtentrei 

La certeza es una de las sensaciones más desconcertantes de la especie humana. Sentir que sabemos es imprescindible para actuar, tomar decisiones, sobrevivir. Sin embargo, en muchas ocasiones esa sensación es falsa: creemos que sabemos lo que, en verdad, ignoramos. La certidumbre es un recurso de alto valor pragmático evolutivo pero con baja probabilidad de verdad.

Existe evidencia científica que sugiere que las sensaciones de conocimiento, corrección, convicción o certeza no son conclusiones deliberadas con estructura lógico argumentativa, ni elecciones conscientes. Son sensaciones mentales que nos suceden en distintos momentos. La sensación de conocimiento es una emoción, no una cognición.

Hay que distinguir entre el conocimiento “sentido”, como las corazonadas y los sentimientos viscerales, y el conocimiento que surge de las pruebas empíricas o del razonamiento riguroso. Cualquier idea que no haya sido o no sea capaz de ser probada independientemente debe considerarse una visión u opinión personal.

Haga clik sobre la imagen para acceder a la primera parte de la clase audiovisual

La realidad existe como concepto o información, pero también y como experiencia subjetiva. La credibilidad es un fenómeno psicológico, no una prueba acerca de la verdad o falsedad de una afirmación. Nuestros cerebros han evolucionado conviviendo con la contradicción, la inconsistencia y la paradoja que están integradas en nuestros módulos cognitivos. Estamos programados para experimentar sentimientos injustificados sobre nosotros mismos, nuestros pensamientos y nuestras acciones. Debido a que estamos dotados de una curiosidad y un deseo irreprimibles de entender cómo funciona el mundo; hemos desarrollado una extraña habilidad para ver patrones ya sea que existan o no más allá de nuestras percepciones. El deseo de comprender y de darle sentido al mundo es independiente de nuestra voluntad.

El sentimiento visceral de saber que tenemos razón, que entendemos lo que se nos ofrece como ambiguo e indeterminado es mucho más convincente que el pensamiento racional de que tenemos límites a nuestras posibilidades de razonamiento.

Tenemos señales que nos explican cómo sabemos que sabemos, incluso si esa sensación no se corresponde con los hechos comprobados

Las neurociencias han demostrado que no solo tenemos “conocimiento” (cognición) sino "sentimientos cognitivos" (emociones). Estos fenómenos mentales no suelen clasificarse subjetivamente como emociones, son un tipo de sentimiento que asociamos con el pensamiento. Son la “sensación de saber”, la certeza percibida como sensación visceral, orgánica. Esta incluye estados mentales tan diversos como el sentido de conocimiento, de causalidad, de agencia y de intención. Se trata de señales que nos explican cómo sabemos que sabemos, incluso si esa sensación no se corresponde con los hechos comprobados.

Estas sensaciones mentales involuntarias, sentimientos espontáneos sobre nuestros pensamientos se experimentan como cogniciones (aunque son emociones). Creemos que son el resultado de un proceso evaluativo consciente y que constituyen conclusiones racionales, pero no son más deliberados que los sentimientos de amor o ira. Son sentimientos de conocimiento, califican la calidad de nuestros pensamientos en un espectro de sensaciones que van desde una vaga corazonada hasta la convicción absoluta y una profunda sensación de “¡eureka!” o "¡aha!".

En la era de la polarización y la indignación, las discusiones son insolubles porque ignoran la fisiología. La certeza es una sensación que se percibe como una cognición. Y esto es igual para quien afirma una verdad basada en pruebas como para quien afirma una falsedad sin ellas.

Haga clik sobre la imagen para acceder a la segunda parte de la clase audiovisual

En medicina y, tal vez en todos los ámbitos de la vida, es imposible dejar de tener sensación de conocimiento, pero es perfectamente posible estar advertidos de qué se trata. Las intuiciones, las "corazonadas", son marcadores viscerales muy oportunos para elegir el color de una camisa pero hay que someterlas al escrutinio de la prueba en la clínica. Las hipótesis suelen derivarse de sensaciones, pero éste es el punto de partida del proceso de razonamiento que hará de ellas una conjetura probada o refutada. En la era del vértigo de la información, de la crispación emocional y de las meras opiniones emitidas como misiles de lenguaje, tal vez estas ideas nos ayuden a pensar acerca de lo que sentimos antes de trasladarlo al acto a al lenguaje acusatorio. No hay mejor forma de promover el error que usar un recurso evolucionado para determinado contexto en otro muy diferente. Desde muchos frentes capturan nuestra atención hasta hacernos confundir nuestras emociones con nuestra cogniciones. No se trata de una mera distracción, es una deliberada manipulación.

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024