La sincronización de la “orquesta” | 19 MAR 18

“Toda nuestra fisiología está influida por los relojes biológicos”

Así lo afirma la doctora Fernanda Ceriani, investigadora del CONICET en el Instituto Leloir, quien junto a su equipo descubrió el papel de un neurotransmisor en la sincronización de la “orquesta” que forman los distintos relojes circadianos del cerebro, y firmó un trabajo con uno de los ganadores del premio Nobel de Medicina de 2017

El reloj biológico marca mucho más que los momentos de máxima alerta o la hora de irse a dormir: también regula el sistema inmune, la digestión, la temperatura corporal, la presión arterial, el funcionamiento de los riñones, la frecuencia cardíaca y los ritmos de ovulación cada 28 días. De hecho, la literatura científica acumula evidencia sobre la relación entre la disfunción del reloj biológico y la susceptibilidad al desarrollo de ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, infecciones y obesidad.

“Su buen funcionamiento es clave para la salud”, señala la doctora Fernanda Ceriani, jefa del Laboratorio de Genética del Comportamiento en la Fundación Instituto Leloir (FIL), investigadora principal del CONICET en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA), unidad de doble dependencia creada por la FIL y el CONICET, y ganadora del Premio Nacional L’Oréal-Unesco Por la Mujer en la Ciencia 2011.

En la siguiente entrevista Ceriani describe los principales hallazgos y retos de su laboratorio.

¿Qué piezas conforman al reloj biológico central?

Ceriani: Está formado por neuronas reloj cuyos engranajes son un conjunto de proteínas capaces, en su conjunto, de medir el paso del tiempo. Se encargan de regular una amplia gama de procesos metabólicos, fisiológicos y comportamentales para que ocurran en los momentos más adecuados del día.

Para que funcione ese reloj, ustedes descubrieron el rol clave de un aminoácido, la glicina, que también actúa como neurotransmisor. ¿Qué es lo que hace exactamente?

Descubrimos que la glicina ayuda a sincronizar a la “orquesta” que forman los distintos relojes circadianos del cerebro. Además, identificamos la enzima que produce ese neurotransmisor, el transportador que lo desplaza y algunos de sus receptores. Los resultados de nuestro trabajo fueron contundentes.

¿Qué ocurre si ese neurotransmisor está “desregulado”?

El bloqueo de algunos receptores de glicina produce un comportamiento del sueño y vigilia totalmente caótico: los animales pierden la capacidad de organizar temporalmente su actividad a lo largo del día. En la jerga científica lo describimos como ¨arritmicidad¨.

 ¿Los experimentos que realiza en la mosca Drosophila melanogaster sirven para iluminar procesos en humanos?

 

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