Los niños afectados necesitarán una intervención temprana | 15 FEB 16

Las anomalías congénitas del SNC vinculadas con el virus del Zika

Pero algunos con defectos cerebrales menos graves podrían vivir una vida mucho más normal, aseguran los expertos

Los miles de bebés nacidos en Brasil con cabezas y cerebros anómalamente pequeños, algo que se cree que es causado por la infección en el útero con el virus del Zika, por lo general se enfrentan a toda una vida de problemas de salud, señalan los médicos.

Pero no todos están destinados a una vida de dolencias médicas.

Los bebés brasileños, que podrían ser más de 4,000, sufren de una afección conocida como microcefalia. Y en entre un 85 y un 90 por ciento de los casos de microcefalia, los bebés también sufren de un desarrollo cerebral atrofiado, comentó el Dr. Edward McCabe, vicepresidente principal y director médico de March of Dimes.

La gravedad de la discapacidad del desarrollo depende en gran medida de qué tanto ha atrofiado el virus al crecimiento cerebral, apuntó el Dr. Ausim Azizi, presidente de neurología de la Facultad de Medicina Lewis Katz de la Universidad de Temple, en Filadelfia.

"Si el cerebro es realmente pequeño, es más probable que el niño sufra de una discapacidad grave", dijo Azizi. "Si el cerebro es moderadamente pequeño, es probable que el niño tenga menos discapacidad".

La microcefalia no tiene cura

La mayoría de los niños nacidos con el defecto congénito tendrán dificultades todas sus vidas, y algunos podrían necesitar atención durante toda la vida, apuntó Michelle Kelly, enfermera practicante pediátrica y neonatal, y profesora asistente de la Universidad de Villanova, en Pensilvania.

"Los niños afectados necesitarán una intervención temprana en el desarrollo, fisioterapia, terapia del habla, terapia ocupacional, además de medicamentos diarios para controlar las convulsiones y otras afecciones neuromusculares", advirtió Kelly.

Y aunque todavía no se ha probado que el virus del Zika, transmitido por los mosquitos, tenga la culpa de la ola de defectos en Brasil, el patógeno parece representar una emergencia de salud pública "con el potencial de devastar al niño y a la familia, y de abrumar los recursos de salud y educativos de las comunidades de todo el mundo", concluyó Kelly.

Según lo que los investigadores han podido determinar hasta ahora sobre la epidemia de microcefalia que comenzó la primavera pasada en Brasil, las mujeres en el primer trimestre del embarazo parecen ser las que tienen el mayor riesgo con el virus del Zika. El virus, que se identificó por primera vez en 1947 en Uganda, solo parece plantear una amenaza de salud para las mujeres embarazadas y sus fetos.

Pero en un giro interesante, los líderes gubernamentales de Colombia reportaron durante el fin de semana que aunque ha habido aproximadamente 3,000 casos de infección con Zika en mujeres embarazadas en ese país, no hay evidencias de que el virus haya provocado ningún defecto congénito.

En Estados Unidos, la microcefalia es un efecto congénito raro, que afecta a entre uno y doce bebés por cada 10,000 nacimientos vivos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Aparte del Zika, otras infecciones virales se han vinculado antes con la microcefalia. Los bebés expuestos a la varicela, al sarampión, a la toxoplasmosis o el citomegalovirus en el útero también corren el riesgo de desarrollar el defecto congénito, comentó la Dra. Lisa Emrick, neuróloga pediátrica del Hospital Pediátrico de Texas, en Houston.

La genética también puede tener que ver con la microcefalia. Los bebés expuestos al alcohol, a las drogas, a las sustancias químicas e incluso al plomo en el útero también tienen un riesgo más alto de microcefalia, según March of Dimes.

 

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