Reveladas por la autopsia de un jugador de fútbol americano | 06 ENE 16

Nuevas pistas sobre el traumatismo cerebral

La muerte prematura de Michael Keck ofrece a los investigadores una oportunidad rara de estudiar la encefalopatía traumática crónica

El ex apoyador de Missouri State, Michael Keck, dejó el fútbol americano después de 3 años jugando en la División I, y podría haber caído en el olvido.

Pero su muerte a los 25 años de edad, en 2013, ha ofrecido una oportunidad de examinar este trastorno cerebral, del que se sabe poco pero que está bajo un creciente escrutinio.

Al morir, Keck se unió a un grupo trágico dentro del fútbol americano, incluyendo a los que en su día fueron grandes jugadores, Mike Webster y Junior Seau, todos los cuales contrajeron la encefalopatía traumática crónica (ETC), una enfermedad devastadora provocada por recibir golpes de forma repetida en la cabeza.

"Se trata de una enfermedad relativamente poco estudiada", dijo la Dra. Ann McKee, profesora de patología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston. "Pero la pérdida de la memoria, los problemas de conducta, la depresión, las dificultades con el aprendizaje y la planificación pueden afectar (y lo hacen) a todo tipo de deportistas, tanto profesionales como aficionados".

McKee es coautora de un nuevo estudio de caso, basado en la experiencia de Keck, publicado en línea el 4 de enero en la revista JAMA Neurology.

Keck quedó inconsciente tras recibir un golpe en un entrenamiento del otoño de 2009. "Después de eso, las cosas cambiaron para él", dijo más tarde a Associated Press su esposa, Cassandra Keck.

La memoria, la visión y la capacidad de dormir de Keck se vieron alteradas, comentó, y añadió que empezó a tomar medicamentos para el dolor de cabeza. Se volvió malhumorado y, más tarde, era propenso a sufrir episodios de conducta violenta, dijo al noticiero.

"Le dijo a uno de los entrenadores que algo no andaba bien en su cabeza. Le realizaron una prueba de conmoción cerebral y le dijeron que contara hacia atrás a partir de 20 de 3 en 3", recordó Cassandra Keck en la entrevista. "Otros jugadores tampoco podían hacerlo. De modo que simplemente dijeron que los futbolistas son tontos".

Pero los dolores de cabeza debilitantes y el empeoramiento de sus notas hicieron que Keck dejara la escuela en su penúltimo año.

La muerte de Keck varios años después se atribuyó originalmente a una enfermedad cardiaca no relacionada, pero las pruebas post-mortem revelaron la presencia de una ETC.

Aunque se sabe que la enfermedad aparece como consecuencia de las lesiones repetidas en la cabeza, la confirmación de la ETC solamente puede hacerse al examinar el cerebro de un paciente cuando ya ha fallecido.

Al sospechar que sufría una ETC, Keck se sometió voluntariamente a una evaluación neuropsicológica a los 24 años de edad.

"Su mujer dice que él pensaba que tenía la ETC", dijo McKee. "Resulta que tenía razón".

Los resultados de las pruebas neuropsicológicas evidenciaron una lista de problemas de salud mental que hace tiempo que afectaban al deportista, que había sufrido más de 10 conmociones cerebrales.

Esto proporcionó a los investigadores una oportunidad rara de agrupar síntomas junto con la patología cerebral real. Es esencial realizar más investigación para comprender mejor la ETC, dijo McKee, e indicó que "esto sin duda nos ayudará".

Keck empezó a jugar al fútbol americano a los 6 años, y sufrió su primera conmoción dos años después. Pero incluso sin conmociones cerebrales, los deportistas están en riesgo de sufrir la ETC, afirmó McKee.

 

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