Una tendencia muy preocupante | 15 OCT 15

Uno de cada ocho niños de EE. UU. no está protegido contra el sarampión

Los investigadores señalan que unas tasas más bajas de vacunación explican la preocupante tendencia

Los investigadores estiman que uno de cada ocho niños estadounidenses es vulnerable al sarampión, una enfermedad altamente infecciosa, un hallazgo que subraya los peligros de no vacunar a todos los niños contra la afección.

Las estadísticas son incluso más preocupantes en los niños más pequeños: casi una cuarta parte de los menores de tres años son susceptibles a contraer el sarampión.

"Simplemente no podemos olvidarnos de esta enfermedad", advirtió el Dr. David Kimberlin, profesor de enfermedades infecciosas pediátricas de la Universidad de Alabama, en Birmingham, que no participó en el estudio. "Estos nuevos datos muestran que no lo hemos hecho tan bien como deberíamos".

Robert Bednarczyk, el autor líder, es profesor asistente de salud global y epidemiología de la Facultad de Salud Pública Rollins de la Universidad de Emory, en Atlanta. Bednarczyk y sus colaboradores analizaron los resultados de una encuesta nacional sobre las inmunizaciones de los adolescentes de EE. UU. entre 2008 y 2013. Según sus análisis, los autores estimaron que de aproximadamente 70 millones de niños menores de 17 años, casi 9 millones carecen de inmunidad al sarampión. Algunos niños no pueden vacunarse, mientras que otros no se vacunan o no se ponen todas las dosis de las vacunas.

Los resultados se presentaron el jueves en la Semana de las Enfermedades Infecciosas, la reunión anual de especialistas en enfermedades infecciosas, en San Diego. Los hallazgos se deben considerar como preliminares porque no han aparecido en una revista revisada por profesionales.

El sarampión es una enfermedad viral que fue responsable de 400 muertes al día en todo el mundo en 2013, según la Organización Mundial de la Salud. Los síntomas típicos son fiebre, escurrimiento nasal y un sarpullido que se propaga por todo el cuerpo.

Es una de las enfermedades prevenibles con vacuna más contagiosas, porque puede pasar de una persona a otra a través del aire, tras una tos o estornudo. Las personas pueden ser contagiosas antes de mostrar síntomas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., lo que aumenta el riesgo de propagar la infección.

Algunas personas no pueden vacunarse por motivos médicos, como, por ejemplo, una alergia a un componente de la vacuna. Esas personas dependen de algo conocido como inmunidad grupal, que es la barrera que las personas vacunadas proveen, para protegerse.

Según Bednarczyk y sus colaboradores, en el sarampión al menos el 92 por ciento del "grupo" debe ser inmune para proteger a los que no pueden vacunarse, un conjunto que incluye a los bebés. La primera inyección de una serie de dos de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola se administra cuando los niños tienen un año de edad.

"Ahora mismo, en las edades más avanzadas, observamos unos niveles de inmunidad superiores al 92 por ciento, lo que resultaría adecuado para prevenir una transmisión sostenida del sarampión", dijo Bednarczyk, "pero no tenemos una barrera muy amplia".

Los investigadores estimaron que los estudiantes de escuela primaria están cerca del 92 por ciento, pero informan que los niños de preescolar tienen los niveles más bajos de inmunidad.

Kimberlin considera que esas estimaciones son preocupantes. "Si las tasas de vacunación contra el sarampión se reducen más, y caen por debajo del umbral requerido para la inmunidad comunitaria, sin duda el sarampión volverá a establecerse en EE. UU. y los niños estadounidenses sufrirán", advirtió.

Si unas tasas más bajas de vacunación merman demasiado a la barrera, Bednarczyk concurrió, "estamos en riesgo de ver más brotes de sarampión tras las importaciones [desde otros países] y potencialmente una transmisión sostenida del sarampión".

Estados Unidos declaró en 2000 que la transmisión sostenida de la enfermedad en el país se había erradicado. Hasta la década actual, la cantidad de casos era baja. Pero según los CDC, en 2011 hubo un aumento en los casos, y 23 brotes en 2014 sumaron más de 600 casos.

Este año ha habido 189 casos de sarampión en Estados Unidos, parte de cinco brotes. Según los CDC, el sarampión llega a Estados Unidos por vía de individuos infectados expuestos en el extranjero, y la mayoría de personas infectadas no se han vacunado.

"Dado que es tan contagioso y sigue siendo tan común en otras partes del mundo, es increíblemente importante mantener unas tasas muy altas de inmunización entre los niños de EE. UU.", aseguró Kimberlin. "Nunca se sabe en qué momento alguien que llegue de otro país va a traer el virus".

 

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