Podría abrir nuevas expectativas de tratamiento | 16 JUN 14

Nuevas pistas sobre la fibrosis pulmonar idiopática

La fibrosis pulmonar idiopática siempre es letal, pero la investigación apunta a una posible causa y a un posible tratamiento.

E.J. Mundell

Los científicos creen que han encontrado un factor biológico clave de la fibrosis pulmonar idiopática (FPI), una enfermedad pulmonar uniformemente letal que acaba con la vida de miles de estadounidenses cada año.

El hallazgo podría ser otro paso adelante para los pacientes que normalmente han tenido un pronóstico desalentador. El mes pasado, unos estudios revelaron que dos nuevos medicamentos ofrecen una esperanza para la elaboración del primer tratamiento efectivo de la FPI.

Sin un trasplante de pulmón, la FPI sigue siendo una enfermedad incurable y progresiva que provoca que el tejido profundo de los pulmones se endurezca y cicatrice. El 70 por ciento de los pacientes fallece en un plazo de cinco años.

Según la Coalition for Pulmonary Fibrosis, más de 128,000 estadounidenses sufren de FPI, y 40,000 mueren de la enfermedad cada año.

La enfermedad comienza con disnea o una tos seca y carraspera, pero pronto priva al cuerpo de la persona del oxígeno necesario para moverse o funcionar de forma adecuada, según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de los EE. UU. Los médicos no saben qué causa la FPI, aunque sospechan que fumar, la genética, ciertas infecciones virales o el reflujo ácido podrían desempeñar un papel al dañar los pulmones, según los NIH.

En el nuevo estudio, los investigadores descubrieron que los niveles crónicamente altos de una proteína que repara las lesiones llamada quitinasa 3-tipo 1 (CHI3L1) parecen asociados con una acumulación del tejido cicatrizado de los pulmones de las personas con FPI.

"La CHI3L1 está haciendo exactamente lo que se supone que tiene que hacer: está diseñada para desactivar la muerte de las células y reducir el nivel de las lesiones", explicó uno de los autores principales del estudio, el Dr. Jack Elias, decano de medicina y ciencias biológicas de la Universidad de Brown, en un comunicado de prensa de la universidad.

Según el equipo de Elias, la CHI3L1 se produce como respuesta a las lesiones del tejido pulmonar. La proteína ayuda a proteger a las células lesionadas para que no mueran y al mismo tiempo ayuda a fomentar la reparación del tejido (fibrosis) para "arreglar" los daños. Pero este mecanismo parece fuera de control, de modo que se acumula el tejido endurecido y fibrótico.

"Al mismo tiempo que [la proteína] reduce la muerte celular está promoviendo la fibrosis", dijo Elias. "Se tiene una lesión, de manera que están presentes los intentos de desactivar la lesión, lo que estimula la cicatrización".

Los hallazgos aparecieron después de que un equipo multicentro de investigadores comparara los tejidos y la sangre de los pacientes con FPI con los de los pacientes sanos. Esas biopsias mostraron de manera consistente unas tasas elevadas de CHI3L1 en el grupo de la FPI, pero no en el de los otros pacientes.

"Esto demuestra que la CHI3L1 juega un papel clave en el control de la lesión pulmonar en este ámbito", dijo Elias.

Los hallazgos fueron corroborados más tarde en estudios con ratones. Primero se provocó que los roedores contrajeran una enfermedad como la FPI. Cuando los niveles de proteína eran altos, los ratones mostraron evidencias de cicatrización acelerada del tejido pulmonar, dijo el equipo.

Aunque no todos los estudios realizados en el laboratorio o con ratones se trasladan con éxito a los seres humanos, la nueva investigación "pone los fundamentos" de los intentos por desarrollar nuevos tratamientos para la FPI, indicó Elias.

"Hasta donde yo sé, este es el primer trabajo integral que ha sido capaz de explicar las muchas facetas y formas de presentarse de la FPI", añadió. "Explica y vincula la lesión y las respuestas de reparación que son críticas en la enfermedad. También aporta una explicación para los pacientes que progresan lentamente y los pacientes que experimentan exacerbaciones agudas".

El estudio aparece en la edición del 11 de junio de la revista Science Translational Medicine.

La noticia sale poco después de dos trabajos publicados en mayo en la revista New England Journal of Medicine. Esos estudios hallaron que dos medicamentos, pirfenidona y nintedanib, parecen ralentizar el avance de la FPI.

"Es momento para ser optimistas con respecto a los pacientes con fibrosis", afirmó en el momento de la publicación de los estudios el Dr. Gregory Gosgrove, jefe médico de la Pulmonary Fibrosis Foundation.

"No haber identificado una terapia efectiva en los últimos 10 o 15 años ha sido frustrante", lamentó. "Pero el grado de frustración ha hecho que la comunidad de la FPI realmente se una para respaldar la participación en los ensayos clínicos, y esos ensayos han provisto una base para estos nuevos avances".

FUENTE: Brown University

 

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