¿Por qué formar parejas nos hace sentir bien? | 18 FEB 14

Hacer de "celestino" también produce felicidad

Ayudar a los demás a tomar las mismas decisiones que las propias nos haría más felices y validaría nuestras elecciones.

Por Kathryn y Doyle

NUEVA YORK (Reuters Health) - Hacer de celestino con los amigos solteros en San Valentín sería bueno para ellos y, también, produciría felicidad, según revela un conjunto de nuevos estudios.

"Todos somos celestinos en algún sentido, y aunque no nos definamos así, conocemos por lo menos un celestino crónico que no puede resistir presentar amigos", dijo Lalin Anik, de la Escuela Fuqua de Negocios de Duke University, Durham, Carolina del Norte.

Con Michael Norton, de la Facultad de Negocios de Harvard, Boston, investigó cuánto y por qué formar parejas hacía sentirse bien. Los resultados demostraron que los que habitualmente realizan presentaciones tienden a tener un mayor bienestar y las relaciones con menos probabilidades son las que más los recompensan.

En este caso, la presentación incluye relaciones amorosas, profesionales y sociales, según explican los autores en la revista Social Psychological and Personality Science.

Para este primer estudio, el equipo utilizó una encuesta online a 300 personas para conocer con qué frecuencia y éxito presentaban amigos. Sin importar el tamaño de la red social ni las características de la personalidad, ayudar a formar relaciones exitosas estuvo asociado con un aumento de la felicidad.

Con los dos estudios siguientes, que incluyeron escenarios interpersonales y computarizados, los autores pudieron determinar que los celestinos no estaban sintiendo sólo la satisfacción de cumplir una tarea. La recompensa era mayor cuando presentaban personas que se llevarían bien que cuando no lo harían o que sólo eran parecidas.

En el último estudio, los autores pusieron a prueba una hipótesis: las presentaciones provocan una sensación de recompensa sólo porque refuerzan los grupos sociales. Si eso fuera así, formar relaciones poco probables brindaría una mayor recompensa porque no se estarían presentando personas que se habrían conocido sin ayuda.

El equipo le entregó a 132 participantes "tarjetas para formar parejas" con un objetivo que era un hombre o una mujer blancos y tres parejas potenciales de distinto sexo y etnia. Las parejas menos probables, aquellas entre personas de distintos sexos y etnias, eran las que más sensación de recompensa provocaron.

"Uno de los motivos por los que presentar personas produciría felicidad, y que no se menciona en el artículo publicado, es que aumenta el significado personal", dijo Sonja Lyubomirsky, que realiza estudios sobre la felicidad en University of California, Riverside, y no participó del estudio. "Las conexiones entre las personas crea un mundo más feliz, ordenado, fácil de comprender, independiente y productivo", agregó.

Otro motivo, según comentó, podría ser que ayudar a los demás a tomar las mismas decisiones que las propias nos haría más felices y validaría nuestras elecciones.

"Hay que armar parejas que funcionarán -dijo Anik por e-mail-. No hay que hacerlo al azar, sino con el objetivo de crear una reciprocidad entre otros. No hay que aceptar recompensas externas, como el dinero, que contrarresta la motivación de jugar al celestino".

FUENTE: Social Psychological and Personality Science

 

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