Algunos pacientes con desfibriladores podrían practicar deportes
Un equipo siguió a 372 atletas implantados durante dos años y medio.
Por Andrew M. Seaman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Aunque las personas con un desfibrilador cardíaco implantado no deberían hacer actividad deportiva intensa, un nuevo estudio sugiere que algunos podrían competir sin consecuencias graves.
Un equipo siguió a 372 atletas implantados durante dos años y medio; ninguno murió mientras corría, esquiaba o jugaba baloncesto o fútbol.
Eso no significa que los dispositivos, que restablecen el ritmo cardíaco, no se activaran durante la competencia o la práctica deportiva, pero no más que durante otras actividades de ocio o trabajo.
La autora principal, doctora Rachel Lampert, de la Facultad de Medicina de Yale, en Connecticut, dijo que los resultados no les otorgan a los pacientes una licencia para hacer deporte, sino que ayudan a los médicos a saber si sus pacientes pueden volver a competir.
Los desfibriladores cardioversores implantables (DCI) son similares a los marcapasos, pero más complejos. Monitorean el corazón constantemente y están programados para producir choques eléctricos cuando detectan alteraciones peligrosas del ritmo cardíaco. Cada año, se implantan unos 100.000 dispositivos en Estados Unidos.
El Colegio Estadounidense de Cardiología (ACC, por su nombre en inglés) y la Sociedad Europea de Cardiología desaconsejan que los pacientes con DCI hagan deportes más extenuantes que el golf o el bowling.
Lampert explicó que la preocupación principal es que los DCI fallen y la persona muera súbitamente, que el choque eléctrico cardíaco produzca alguna lesión o que el dispositivo se dañe durante la competencia.