Aclaran la confusión | 04 ENE 13

¿Cuándo hacerse un frotis de Papanicolaou?

Las directrices actualizadas ya no recomiendan una prueba anual.

Averiguar cuándo hacerse la prueba para un cáncer u otro puede ser un verdadero dolor de cabeza para las mujeres.

Las directrices para las pruebas de varios tipos de cáncer han cambiado, y a veces ni siquiera los expertos se ponen de acuerdo sobre qué pruebas hay que hacerse, y en qué momento. Pero en cuanto al cáncer cervical, parece haber un consenso más general sobre qué mujeres se la deben hacer, y a qué edades deben hacérselas.

La causa principal del cáncer cervical es el virus del papiloma humano (VPH), según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU. El VPH es muy prevalente, y la mayoría de las personas se infectan con el virus en algún momento de sus vidas, según el Dr. Mark Einstein, ginecólogo oncológico del Centro Médico Montefiore, en la ciudad de Nueva York.

"Pero solo unas pocas personas que contraen VPH luego tienen cáncer", explicó Einstein. "Esto hace que este tipo de cáncer sea muy susceptible a las pruebas. Además, tarda mucho en desarrollarse en cáncer. Desde el momento de la infección con el VPH hasta los cambios precancerosos en las células cervicales pasan alrededor de cinco a siete años".
 
Apuntó que en esa etapa es posible que el sistema inmunitario se encargue del virus y de cualquier célula anómala sin intervención médica. Incluso si las células precancerosas permanecen, por lo general el cáncer tarda otros cinco o más años en desarrollarse.
 
La Dra. Radhika Rible, profesora clínica asistente de obstetricia y ginecología de la Universidad de California, en Los Ángeles, se mostró de acuerdo en que con frecuencia no hay que preocuparse del VPH.
 
"El VPH es altamente prevalente, pero la mayoría de mujeres que son jóvenes y sanas eliminarán el virus sin consecuencias", aseguró Rible. "Raras veces llega a cáncer, así que no es algo de qué preocuparse o asustarse, pero es importante seguir las directrices, porque si causa problemas, lo podemos detener pronto".
 
Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer (American Cancer Society), se usan dos pruebas para la exploración del cáncer cervical. Para un frotis Papanicolaou, la más conocida de las dos pruebas, un médico recolecta células del cuello uterino (cérvix) durante un examen pélvico, y las envía a un laboratorio para determinar si alguna de las células es anómala. La otra prueba, conocida como prueba del VPH, busca evidencia de una infección con el virus.

Las directrices para las pruebas del cáncer cervical se actualizaron el verano pasado. Einstein, quien estuvo en los paneles que ayudaron a definir las directrices, señaló que más de 25 grupos profesionales liderados por la Sociedad Americana de Colposcopia y Patología Cervical (American Society for Colposcopy and Cervical Pathology), además de grupos de consumidores, evaluaron los datos disponibles sobre la exploración del cáncer cervical y se pusieron de acuerdo sobre cómo se debían actualizar las directrices.
 
Para muchas mujeres, el principal mensaje es que se recomendaban menos pruebas. Pueden comenzar más tarde de lo que se había sugerido, y la idea de un frotis de Papanicolaou anual para todas se está remplazando con un intervalo más largo, quizás de tres a cinco años, entre pruebas.
 
Para la mayoría de mujeres, las directrices recomiendan actualmente:

•No hacerse pruebas antes de los 21 años.

•Hacerse un frotis de Papanicolaou cada tres años para las mujeres entre 21 y 29 años.

•Un frotis de Papanicolaou o una combinación del Papanicolaou y una prueba del VIH cada cinco años para las mujeres de 30 a 65 años de edad.

•La exploración en las mujeres a partir de los 65 años solo si tienen un riesgo elevado de cáncer o no se han hecho exploraciones regulares antes de esa edad.
 
Pero las directrices solo se aplican a mujeres sanas. Esto significa que todas las que hayan recibido un Papanicolaou anómalo o que se hayan sometido a un procedimiento para eliminar células cervicales anómalas, además de las mujeres que tienen un sistema inmunitario afectado, deben discutir sus necesidades específicas de exploración con el médico.
 
Además, se sigue aconsejando a las mujeres que se sometan a un examen pélvico anual. "El examen ginecológico anual es importante para la salud preventiva y para hablar con su proveedor sobre otros temas, como la planificación familiar y, a medida que envejece, sobre los síntomas de la menopausia y otros problemas", aconsejó Rible.

 

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