(Reuters) - Los dispositivos móviles que permiten a la gente mantener un registro de cuánto comen y cuánto se ejercitan podrían ayudarlos a perder peso por encima de los beneficios de un típico programa de adelgazamiento, según indica un estudio estadounidense.
Investigadores publicaron en Archives of Internal Medicine que hallaron que adultos con sobrepeso y obesidad perdieron un promedio de 3,6 kilogramos (kg) más cuando tenían asistentes personales digitales (APD) y un entrenamiento telefónico ocasional para ayudarlos, añadido a un programa de grupo.
No hay razón para pensar que lo mismo no sería verdad con las aplicaciones para teléfonos avanzados que pueden registrar nutrición e información sobre actividades, y dar retroalimentación a tiempo real, dijeron.
"El mecanismo número uno con el cual la gente perdió peso es con la autovigilancia, simplemente viendo lo que comes y registrándolo", dijo Goutham Rao, que escribió un comentario publicado con el nuevo estudio.
Rao, de la NorthShore University HealthSystem en Evanston, en Illinois, destacó que los programas para dispositivos móviles son fáciles de personalizar y fácilmente disponibles donde la gente lleve sus teléfonos o tabletas.
"Yo en realidad soy muy optimista con que la gente que esté motivada, que pueda combinar la tecnología con asesorías y dirección personal, van a tener mucho éxito", dijo a Reuters Health.
El estudio incluyó a 69 personas obesas y con sobrepeso al final de la cincuentena que fueron referidos a una clínica de apoyo para la pérdida de peso.
Todos ellos participaron en 12 sesiones de grupo durante seis meses, que se centraron en nutrición, ejercicio y cambios de comportamiento para estimular la pérdida de peso. A la mitad de ellos se les dio un APD para registrar su comida y actividad durante el día y tenían un entrenador que lo revisaba con ellos por teléfono.
Después de seis meses, la gente en el grupo con APD había perdido un promedio de casi 4,5 kg y un 41 por ciento de ellos habían cumplido la meta de perder al menos el 5 por ciento de su peso corporal inicial. Los otros grupos habían perdido poco más de 1 kg cada uno en promedio y un 11 por ciento habían conseguido el objetivo de pérdida de peso.
En el plazo de un año, seis meses después de que se retiraran los dispositivos móviles, la gente que había usado los APD había conseguido conservar el peso que había perdido inicialmente, dijo el investigador Bonnie Spring, de la Escuela de Medicina Feinberg de la Northwestern University, en Chicago.
Los beneficios de usar una aplicación en un dispositivo móvil, según Rao, es que puede ser más barato y más fácilmente disponible, y puede ayudar a reengancharse a gente que está teniendo problemas, a diferencia de un programa en persona con una fecha de fin específica.
Aunque los APD ya están en su mayoría pasados de moda, los investigadores dijeron que los teléfonos avanzados pueden servir para el mismo propósito que los usados en el estudio. Spring señaló que muchas aplicaciones para pérdida de peso en el mercado no han sido probadas científicamente, pero que todavía podrían ayudar a la gente a perder peso.
No obstante, advirtió Rao, hay pruebas de que las aplicaciones por sí solas no tienen mucho impacto, y que podría ser más útil pensar en la tecnología como un complemento a la ayuda de un médico o un nutricionista.
FUENTE: Archives of Internal Medicine, online 10 de diciembre del 2012