Día Mundial de lucha contra el ACV | 29 OCT 12

Los ACV afectan cada vez más a los jóvenes

Especialistas de todo el mundo destacan que los accidentes cerebrovasculares aumentan en personas entre 20 y 54 años; cuidados y maneras de evitarlos

Por Víctor Ingrassia

El ACV es una afección causada por la pérdida de flujo sanguíneo cerebral (isquémico) o por el sangrado (hemorrágico) dentro de la cabeza. Foto: Archivo

Ya es una triste realidad, pero los accidentes cerebrovasculares (ACV) están afectando cada vez más a personas jóvenes, según estudios científicos internacionales recientes difundidos en ocasión del día internacional de esta enfermedad que se conmemora hoy.

Una nueva investigación elaborada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati entre 1993 y 2005, concluyó que los ACV ocurren a edades cada vez más jóvenes, ya que aumentan la proporción de individuos con esta enfermedad entre 20 y 54 años.

Desde hace varios años se sabe que el ataque cerebral es la segunda causa de muerte y la primera de incapacidad en el mundo. En Argentina se produce uno cada cuatro minutos y alrededor de 14.000 personas mueren anualmente como consecuencia de un ACV, según indicó el Ministerio de Salud de la Nación.

Pero si alguien se asusta del panorama actual, debería echarse un vistazo a lo que nos espera en el futuro. Según los especialistas internacionales, las actuales cifras de enfermos por ACV se triplicaran hacia fines del 2020 como consecuencia de un aumento en la expectativa de vida y la falta de planes de prevención.

Según los especialistas, el ACV es una afección causada por la pérdida de flujo sanguíneo cerebral (isquémico) o por el sangrado (hemorrágico) dentro de la cabeza y cualquiera de las dos situaciones pueden provocar que las neuronas se debiliten o mueran ya que, sin oxígeno, las células nerviosas no pueden funcionar.

Las partes del cuerpo controladas por las regiones del cerebro afectadas dejan de funcionar y los efectos de un ACV suelen ser permanentes. Eso es debido a que las células cerebrales muertas no se pueden reemplazar. Por medio del reconocimiento temprano de los signos de un ataque cerebral y la búsqueda inmediata de atención médica, se pueden reducir las posibilidades de muerte y discapacidad.

El ataque cerebral es la segunda causa de muerte y la primera de incapacidad en el mundo. En Argentina se produce uno cada cuatro minutos y alrededor de 14.000 personas mueren anualmente como consecuencia de un ACV
El ACV tiene tratamiento y en la mayoría de los casos los pacientes mejoran, pero la recuperación comienza una vez finalizado el ataque y cuando el paciente está médicamente estable. La mayoría de los infartos cerebrales son silentes [no son detectables por síntomas], y tienen múltiples consecuencias [comas, estados vegetativos, demencia, depresión o muerte], indica el estudio publicado en la prestigiosa revista Neurology.

"Las razones de esta tendencia podría ser un aumento de los factores de riesgo, como la diabetes, la obesidad y el colesterol alto", precisó el autor del estudio, Brett Kissela, de la Universidad de Cincinnati y miembro de la Academia de Neurología de EE.UU.

Y agregó: "La tendencia al alza observada en nuestro estudio es de gran preocupación para la salud pública, debido a que los accidentes cerebrovasculares en personas jóvenes se traducen en un aumento del número de pacientes afectados por una discapacidad de por vida". Esa discapacidad por ejemplo está dada en que el aproximadamente 25% de la población que sobrevive a uno de estos episodios de ACV padece del Síndrome de Espasticidad, que es la pérdida de fuerza total o parcial (en un lado del cuerpo), falta de coordinación motora y trastornos del habla, deglutorios, visuales y/o en la memoria.

Para el trabajo elaborado en EE.UU., los investigadores analizaron casos de stroke en personas entre los 20 y 54 años en el área metropolitana de Cincinnati durante tres periodos separados de un año de duración, entre julio de 1993 y junio de 1994, y entre 1999 y 2005.

Según el estudio, la edad promedio en la que las personas sufrieron un ataque cerebral se redujo de 71 años, en 1993 y 1994, a 69 años en 2005. Además, los investigadores observaron que los accidentes cerebrovasculares en personas menores de 55 años pasarondel 13% en 1993 al 19% en 2005.

La buena noticia es que algunos de los posibles factores que contribuyen a estos eventos "se pueden modificar con cambios en el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio", señaló Kissela.

 El ACV es una afección causada por la pérdida de flujo sanguíneo cerebral (isquémico) o por el sangrado (hemorrágico) dentro de la cabeza.

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024