Por Frederik Joelving
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio sugiere que los hombres con cáncer prostático avanzado vivirían más en "la era del PSA" que antes de que apareciera la prueba en los años 1990.
El resultado, que para un especialista líder es problemático, aviva el debate sobre la pesquisa del cáncer de próstata con el análisis del antígeno prostático específico (PSA, por su sigla en inglés).
Muchos investigadores piensan que la prueba de rutina induciría el uso de tratamientos agresivos con más efectos nocivos que beneficios para la salud.
Para el estudio, publicado en Journal of Urology, los autores revisaron tres ensayos clínicos con más de 3.000 hombres que habían recibido una terapia hormonal para controlar el cáncer con metástasis a los huesos y otros órganos.
La sobrevida promedio fue aumentando: en 1980-1985 fue de 30 meses, en 1985-1987 fue de 33 meses y en 1995-2009, ya en "la era del PSA" fue de 49 meses.
"Es una diferencia importante", dijo el doctor Ian Thompson, director del Centro de Terapias e Investigación del Centro de Ciencias de la Salud de University of Texas, San Antonio, y que dirigió el estudio.
"La traducción es: ¿podría ser que la detección más temprana del cáncer de próstata avanzado permita comenzar antes la terapia y que esto disminuya la mortalidad por la enfermedad?", agregó.
Pero el responsable médico de la Sociedad Estadounidense de Oncología, que no participó del estudio, consideró que la revisión cuenta con varias limitaciones graves. Por ejemplo, otros ensayos del mismo equipo, pero sobre el linfoma no Hodgkin, también revelaron que los pacientes viven más tiempo, según precisó el doctor Otis Brawley.
Y eso a pesar de que no se pesquisa la enfermedad y que los pacientes reciben la misma terapia.
"Existe un efecto de cohorte común en la medicina", dijo Brawley, colaborador de Thompson en estudios previos. "Conocer la enfermedad aumenta la posibilidad de diagnosticarla y que los pacientes mejoren".
Eso, junto con una mejor atención, explicaría por qué el estudio detectó una reducción en el tiempo de la brecha en la sobrevida de blancos y afroamericanos.
UNA DIFERENCIA DIFICIL DE EXPLICAR
Hallar un tumor a través de los síntomas es distinto a hacerlo mediante la pesquisa, que, por definición, se realiza en las personas sin síntomas.
Cuando aparecen los síntomas, la enfermedad suele ser más grave y las personas a las que se les detecta un cáncer con la pesquisa automáticamente conviven más tiempo con la enfermedad que a los que se les diagnostica un tumor por los síntomas, reciban o no tratamiento.
Este fenómeno, llamado sesgo de anticipación, es otra limitación del estudio, admitió Thompson. Dijo que aun tras considerar factores asociados con la mortalidad temprana por el cáncer de próstata, como el dolor óseo o los altos resultados de la escala de Gleason, los participantes sobrevivieron por más tiempo.
"No se puede afirmar que la prueba de PSA sea la causa de esa mejoría, pero tras descartar el resto de las explicaciones posibles, hay algo más que está influyendo", sostuvo.
Pero tratar de eliminar esas diferencias en el riesgo y el estadio del cáncer en la población masculina, también excluiría todo efecto potencial de la pesquisa, que apunta a detectar el cáncer lo antes posible. Y Thompson dijo: "Me costaría explicar la diferencia" en la sobrevida.
FUENTE: Journal of Urology, online 23 de agosto del 2012