Beneficios y controversias | 31 MAY 12

¿La cirugía para adelgazar puede curar la diabetes?

Redirigiendo parte del sistema digestivo, se lograrían cambiar las señales que los intestinos envían al cerebro.
Fuente: Reuters 

Por Sharon Begley

NUEVA YORK (Reuters) - Cristina Iaboni no era lo suficientemente obesa como para cumplir con el criterio necesario para acceder a una cirugía bariátrica que la ayude a controlar su diabetes tipo 2.

Incluso seis años de medicación e intentos por llevar una vida más saludable fracasaron en la búsqueda por reducir su nivel de glucosa en la sangre, lo que la mantenía aterrada de estar en un camino que podía llevarla a la insuficiencia renal y a amputaciones, consecuencias frecuentes de la diabetes sin controlar.

Pero a la mujer de 45 años, esposa, madre de dos hijos y cabeza de recursos humanos de una compañía importante, finalmente le llegó su oportunidad.

En el 2009 se encontró con el doctor Francisco Rubino del Centro Médico Weill Cornell en Nueva York. El experto acababa de recibir aprobación para estudiar una cirugía experimental en diabéticos con una relación peso-altura, o índice de masa corporal (IMC), normal o casi normal.

Iaboni estuvo entre sus primeros sujetos de prueba.

Tres años después, la mujer ha bajado unos 22 kilos para lograr un peso saludable de casi 66 kilos y tiene presión normal sin necesidad de usar medicación. Eso no es lo más sorprendente: la pérdida de peso es el fin de la cirugía bariátrica y suele reducir la presión. Lo más destacable es que Iaboni ya no tiene diabetes.

Si bien no es la primera paciente con diabetes -que pudo dispararse por la obesidad, que se cura con una cirugía para adelgazar-, sí es una rareza por lograrlo con un IMC por debajo del famoso umbral de obesidad de 35 puntos o más.

Ese es el nivel en el cual la Asociación Estadounidense de la Diabetes dice que "se consideraría" la cirugía y al que Medicare y algunas aseguradoras privadas la cubren.

Además, la diabetes de Iaboni desapareció meses antes de que ella bajara la mayor parte del peso adelgazado.

Su experiencia ha generado una intrigante posibilidad: que algunas formas de cirugía bariátrica traten la diabetes sin hacer que los pacientes bajen de peso.

En cambio, redirigiendo parte del sistema digestivo, se lograrían cambiar las señales que los intestinos envían al cerebro y que éste manda al hígado, alterando las causas subyacentes de la diabetes.

Si se confirma, la cirugía bariátrica ayudaría a las personas con diabetes tipo 2 que son menos obesas, que tienen sobrepeso o que incluso tienen un peso saludable. Y sería también efectiva contra la actualmente incurable diabetes tipo 1, o "juvenil".

"Todos los libros de texto dicen que la diabetes es crónica, irreversible y progresiva", dijo Rubino. "Pero tenemos miles de pacientes que alguna vez tuvieron diabetes y ahora no la tienen", agregó.


EVIDENCIA "INSUFICIENTE"

Los cirujanos bariátricos han sido propensos a declarar victorias contra la diabetes demasiado pronto, antes de que datos a gran escala y largo plazo así lo probaran.

"La evidencia sobre el éxito de la cirugía bariátrica en pacientes con IMC debajo de 35 no es muy fuerte", dijo Leonid Poretsky, director del Instituto de la Diabetes Friedman, del Centro Médico Beth Israel en Nueva York.

"La mayoría de los estudios han sido muy pequeños y no bien controlados", añadió.

La Asociación Estadounidense de la Diabetes evalúa la evidencia de que la cirugía bariátrica pueda curar la diabetes como "E", que es el menor de cuatro grados. Considera los datos sobre pacientes con IMC por debajo de 35 "insuficientes" y dice que el procedimiento no puede recomendarse salvo como parte de una investigación.

Los riesgos inmediatos de la cirugía bariátrica son escasos, incluido un 0,3 por ciento de peligro de muerte dentro de los 30 días de realizado el procedimiento.

Pero una pequeña fracción de pacientes desarrollan infecciones, filtrado desde el estomago a la cavidad abdominal, y deficiencias nutricionales (al haber menos intestino para absorber las vitaminas y minerales, aumenta la posibilidad de osteoporosis y anemia).

Pese a estos riesgos, la opción quirúrgica está generando mucho interés porque la necesidad de curar la diabetes se ha vuelto casi desesperada.

En la diabetes tipo 1, el páncreas no produce suficiente insulina, una hormona que lleva la glucosa de los alimentos a las células. En la diabetes tipo 2, las células se vuelven resistentes a la insulina.

En ambos casos, la glucosa permanece en la sangre, dañando las células y los vasos sanguíneos, a veces de manera lo suficientemente grave como para causar ceguera, insuficiencia renal o gangrena, lo que puede requerir la amputación de extremidades.

En el 2010, el 8,3 por ciento de los adultos de todo el mundo tenía diabetes tipo 2 (el 11,3 por ciento en Estados Unidos), lo que generó costos médicos directos de 376.000 millones de dólares (116.000 millones en Estados Unidos).

Para el 2030, se espera que la incidencia global aumente al 9,9 por ciento, en parte debido al incremento en la tasa de obesidad, y que los costos trepen a 490.000 millones de dólares.

La posibilidad de que la cirugía bariátrica pueda curar la diabetes surgió hace casi una década. Un estudio a largo plazo sobre miles de pacientes en Suecia indicó en el 2004 que tanto el bypass como la banda gástrica mejoraban la diabetes en muchos sujetos.

Un estudio del 2008 sobre 55 pacientes obesos reveló que el 73 por ciento de los que se sometieron a la banda gástrica veían desaparecer su diabetes luego de dos años, comparado con el 13 por ciento de los que seguían la terapia médica estándar, como fármacos, dieta y ejercicio.

 

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