Tratamiento | 02 JUL 12

Beneficios de la desvenlafaxina en la depresión mayor

El presente análisis se llevó a cabo con el objetivo de evaluar la eficacia de la desvenlafaxina para mejorar el funcionamiento y el bienestar de los pacientes con trastorno depresivo mayor.
Autor/a: Dres. Soares CN, Kornstein SG, Guico-Pabia CJ y colaboradores Journal of Clinical Psychiatry 70(10):1365-1371, Oct 2009

Introducción y objetivos

El trastorno depresivo mayor (TDM) afecta significativamente el funcionamiento cotidiano y la calidad de vida de los pacientes. Esto incluye el desempeño laboral y psicosocial. A pesar de esto, en la mayoría de los estudios clínicos sobre la eficacia de los antidepresivos se aplicaban parámetros de eficacia relacionados de manera exclusiva con los componentes físico y emocional de la depresión. En la actualidad, el empleo de herramientas que permiten valorar las consecuencias de la depresión sobre el funcionamiento cotidiano es más frecuente.

De acuerdo con los resultados obtenidos en el estudio Sequenced Treatment Alternatives to Relieve Depression (STAR*D), el funcionamiento laboral y psicosocial y la calidad de vida de los pacientes se relacionan con el alivio de la sintomatología depresiva y mejoran con el tratamiento antidepresivo.

La desvenlafaxina se encuentra aprobada para el tratamiento de los pacientes con TDM. Es el principal metabolito activo del antidepresivo venlafaxina y, al igual que la droga madre, inhibe la recaptación de noradrenalina y serotonina.

El presente análisis se llevó a cabo con el objetivo de evaluar la eficacia de la desvenlafaxina para mejorar el funcionamiento y el bienestar de los pacientes con TDM.

Pacientes y métodos

Se analizó la información obtenida en 8 de los 9 estudios utilizados para registrar el antidepresivo desvenlafaxina. Todos los trabajos fueron aleatorizados, a doble ciego y controlados con placebo y se realizaron para valorar la eficacia, la seguridad y la tolerabilidad de la desvenlafaxina en pacientes con TDM. Los participantes fueron pacientes ambulatorios de 18 años en adelante y reunieron los criterios para el diagnóstico de TDM incluidos en la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV). Sólo se incluyeron pacientes clínicamente estables, con un puntaje inicial mayor o igual a 20 o 22 en la Hamilton Depression Rating Scale (HDRS) y mayor o igual a 24 en la Montgomery-Åsberg Depression Rating Scale (MADRS).

Para realizar el presente análisis se consideró, en primer lugar, el resultado de la Sheehan Disability Scale (SDS) y del 5-item World Health Organization Well-Being Index (WHO-5). También se evaluó el resultado de los ítems relacionados con el trabajo y las actividades de la HDRS y el ítem correspondiente al agotamiento de la MADRS. La SDS y el WHO-5 se aplicaron al inicio y a las 2, 4 y 8 semanas de estudio. Mediante la SDS se valoró el funcionamiento familiar, social y laboral, en tanto que el WHO-5 permitió evaluar el bienestar psicológico de los participantes. La HDRS fue aplicada al inicio de los estudios y en las semanas 1, 2, 3, 4, 6 y 8 y la MADRS, también al comienzo y, después, en las semanas 2, 4 y 8. Ambas escalas permitieron evaluar la presencia de dificultades para iniciar y realizar actividades cotidianas.

Resultados

Se incluyó un total de 1.805 y 1.108 pacientes tratados con desvenlafaxina o placebo, respectivamente. No se observaron diferencias significativas entre los grupos al comparar el puntaje promedio de la SDS, el WHO-5, la HDRS y la MADRS.  La administración de desvenlafaxina se asoció con una mejoría significativa del puntaje de la SDS en comparación con el empleo de placebo luego de 8 semanas de estudio. Esto se verificó ante la administración de 50, 100, 200 o 400 mg/día de la droga. Al evaluar el resultado de cada ítem de la SDS se observó que la mejoría fue significativa en términos de discapacidad en relación con el tratamiento con desvenlafaxina en comparación con la administración de placebo.

La administración de desvenlafaxina provocó mejoría significativa del puntaje del WHO-5 en comparación con la utilización de placebo. Este resultado se halló ante la administración de diferentes dosis de la droga y al evaluar los ítems del WHO-5 por separado. El resultado de los ítems relacionados con el trabajo y las actividades de la HDRS indicó la superioridad significativa de la desvenlafaxina en comparación con el placebo, que tuvo lugar ante la administración de 50, 100, 200 o 400 mg/día del antidepresivo. De igual modo, el resultado del ítem correspondiente al agotamiento de la MADRS comprobó ventajas significativas asociadas con la administración de desvenlafaxina.

De acuerdo con el resultado de la SDS, la edad menor de los pacientes predijo un nivel superior de mejoría  del funcionamiento sociolaboral, en tanto que el origen hispánico predijo una mayor mejoría en la puntuación del WHO-5. Debe destacarse también que, a medida que aumentó el puntaje inicial de la SDS, se incrementó el efecto terapéutico de la desvenlafaxina. Asimismo, este efecto disminuyó a medida que aumentó el bienestar inicial de los pacientes evaluado mediante el WHO-5. Se sugiere, entonces, que la gravedad del cuadro clínico influye sobre el efecto del tratamiento con desvenlafaxina.

Los eventos adversos más frecuentes observados ante la administración de desvenlafaxina fueron la astenia, la anorexia, la constipación, las náuseas, la xerostomía, los mareos, la somnolencia y la sudoración. Todos estos efectos adversos tuvieron lugar en el 10% o más de los pacientes que recibieron desvenlafaxina. El índice de interrupción asociado con la administración de desvenlafaxina o placebo fue 12% y 3%, respectivamente. No obstante, el abandono del tratamiento fue más frecuente al administrar las dosis más altas de desvenlafaxina.

 

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