La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declaró ayer la guerra a las enfermedades no transmisibles, una plaga que tiene dimensiones catastróficas, particularmente en los países en vías de desarrollo.
En 2008, estas patologías, entre las que se encuentran las cardiopatías, el cáncer, la diabetes, la hipertensión y los males pulmonares, causaron 36 millones de muertes, el 63% del total, lo que las convierte en la principal causa de mortalidad y morbilidad en el mundo.
Según un estudio de la Escuela de Salud de la Universidad de Harvard para el World Economic Forum, el 80% de estas muertes ocurre en países de ingresos medios y bajos. Y la mitad afecta a personas que están todavía en sus años más productivos. La discapacidad que causan y las vidas que se pierden están poniendo en riesgo la competitividad industrial global, afirman.
"La carga de las enfermedades crónicas socava el desarrollo social y económico en todo el mundo", dice la declaración adoptada ayer en el organismo internacional.
El documento, en el que los países se comprometen a luchar contra los males crónicos, principalmente mediante la prevención, fue aprobado al inicio del foro que la Asamblea General celebra hasta hoy con la presencia de numerosos jefes de Estado, ministros y expertos en salud de la comunidad internacional.
"Si nos unimos, podremos hacer más que sanar individuos: podemos salvaguardar el futuro", aseguró el secretario general, Ban Ki-moon, que animó a todos los países a redoblar sus esfuerzos para evitar "el alto costo" que tienen "sobre la economía y el desarrollo". El texto reconoce que "la prevención debe ser la piedra angular de la respuesta mundial" a esas enfermedades.
Los gobiernos señalaron de común acuerdo la necesidad de establecer metas mundiales de vigilancia de estas enfermedades y sus factores de riesgo, como el tabaquismo, la dieta poco saludable, la inactividad física y el consumo nocivo de bebidas alcohólicas. La Asamblea General de las Naciones Unidas pidió a la OMS que elabore un marco para seguir de cerca el progreso mundial y que, antes de fines de 2012, prepare recomendaciones sobre un conjunto de metas mundiales que permitan vigilar las tendencias y evaluar el progreso en los países con el fin de reducir el costo del sufrimiento, de la discapacidad y de la muerte prematura por causa de estas enfermedades.
La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, alertó sobre la "catástrofe en cámara lenta" que causan estas enfermedades, que se extienden "a una velocidad pasmosa".
En la cumbre, Marina Kosacoff, subsecretaria de Prevención y Control de Riesgos del Ministerio de Salud de la Nación, detalló las políticas desarrolladas en el país para contener el avance de estas enfermedades, entre las que mencionó la sanción de la ley nacional de control de tabaco, en junio pasado; las campañas Argentina 2014 Libre de Grasas Trans y Menos Sal, Más Vida, además del consenso logrado con la industria para producir alimentos más saludables. La funcionaria, que integra la delegación argentina, destacó que "desde 2009 el Ministerio de Salud de la Nación viene trabajando para influir sobre los factores de riesgo que generan las enfermedades crónicas.
También destacó que "el Ministerio de Salud puso en marcha el Plan Nacional Argentina Saludable", que gira sobre el control del tabaco, la alimentación saludable y la actividad física, y que constituyó una Comisión de Reducción de Sodio que forja acuerdos voluntarios con la industria para disminuir la proporción de sal en la dieta" con la meta de reducir el 25% de la sal en el pan.
Por su parte, el doctor Eduardo Bustos Villar, viceministro de Salud, que expondrá hoy por el G-77 más China, dijo que "estamos ante una epidemia global y la respuesta también debe serlo, con financiamiento a través de la cooperación internacional, especialmente para llegar a los sectores más vulnerables. Esta reunión marca un punto de inflexión. Esto es lo que estamos pidiendo: que se redireccionen los fondos de cooperación internacional con criterios más equitativos para con los países con renta media y baja. "
Es la segunda vez en la historia de la Asamblea General que el órgano multilateral celebra un foro de alto nivel sobre tema de salud. El primero, hace diez años, se dedicó al sida.
Prevención para evitar la catástrofe económica
"Las enfermedades no transmisibles son una amenaza clara no sólo para la salud humana, sino también para el desarrollo y el crecimiento económico", afirma el estudio sobre las consecuencias de estas patologías realizado por la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard para el Foro Económico Mundial.
El trabajo, que se presentó en coincidencia con la cumbre de alto nivel de las Naciones Unidas, subraya que la evidencia reunida es indiscutible.
En los próximos 20 años, las enfermedades no transmisibles costarán más de 30 billones de dólares, una cifra equivalente al 48% del PBI mundial de 2010, y llevarán a millones de personas a vivir bajo la línea de pobreza. Sólo las enfermedades mentales serán responsables de 16 billones de dólares adicionales durante ese lapso, y tendrán un impacto dramático en la productividad y la calidad de vida. Al mismo tiempo, una creciente evidencia muestra que millones de muertes pueden ser evitadas y se podrían reducir muchas pérdidas económicas si se pusiera la prevención en primer plano.
"Un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud -afirman los expertos- subraya que las medidas para reducir el tabaquismo y el alcoholismo, tanto como una dieta poco saludable y el sedentarismo, que originan gastos estimados en dos mil millones de dólares anuales en los países de ingresos medios y bajos, costarían menos de 40 centavos de dólar por persona."
Según este estudio, las enfermedades cardiovasculares y mentales son los principales responsables de los gastos originados por enfermedades no transmisibles. La buena noticia es que parece haber numerosas opciones disponibles para prevenir y controlar estas patologías.
Enfermedades crónicas costarán 47 billones de dólares en 2030
Por Kate Kelland / Reuters
LONDRES (Reuters) - El impacto económico global de las cinco principales enfermedades crónicas - cáncer, diabetes, enfermedad mental, cardiopatías y dolencias respiratorias - podría alcanzar los 47 billones de dólares en los próximos 20 años, según un estudio del Foro Económico Mundial.
La pérdida de producción acumulada causada por estas dolencias, que en total causan la muerte de más de 36 millones de personas por año y se prevé generarán decenas de millones más en el futuro, representa casi el 4 por ciento del PIB global anual de las próximas dos décadas, señaló el estudio.
"Este no es un problema de salud, es un problema económico; que afecta a todos los sectores de la sociedad", dijo Eva Jane-Llopis, titular de enfermedad crónica y bienestar del Foro Económico Mundial.
La investigación fue publicada el domingo, un día antes del encuentro de alto rango que lunes y martes llevará a cabo Naciones Unidas para debatir sobre enfermedades no transmisibles (ENT), o crónicas, que apunta a diseñar planes de acción globales para combatir los crecientes niveles de muerte y enfermedad debido a estas costosas dolencias.
Las ENT suelen estar relacionadas con la dieta, el alcohol, el tabaco y la falta de ejercicio.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epidemia mundial de ENT se acelerará, por lo que para el 2030 la cantidad de muertes por estas dolencias podría llevar a 52 millones anuales.
Aunque las ENT suelen considerarse problemas del mundo rico, donde los alimentos grasos, estilos de vida sedentarios y el alto consumo de tabaco y alcohol se volvieron parte de la vida cotidiana de muchas personas, en décadas recientes estos factores de riesgo y enfermedades se hicieron más prevalentes en las naciones más pobres.
Más del 80 por ciento de las muertes por ENT se producen en países de bajos y medianos ingresos.
El estudio del Foro Económico Mundial, realizado junto con la Escuela de Salud Pública de Harvard, reveló que los costos acumulados de enfermedades cardíacas, dolencias respiratorias crónicas, el cáncer y la diabetes en estos países pobres treparían a 7 billones de dólares en el período 2011-2025, un promedio de casi 500.000 millones de dólares por año.
La enfermedad mental, que suele ser dejada de lado en la lista de las principales ENT, representará 16 billones de dólares, un tercio del costo total estimado de 47 billones de dólares.
Olivier Raynaud, director de salud del Foro, dijo que estudio muestra cómo las familias, los países y las economías están perdiendo personas en sus años más productivos.
En 2010, el costo global directo e indirecto de las enfermedades cardíacas -que actualmente causan más de 17 millones de muertes al año- fue de 863.000 millones de dólares y se estima que aumente un 22 por ciento para el 2030.
En general, el costo de las cardiopatías podría llegar a los 20 billones de dólares el los próximos 20 años.