Detección de ADN de Trypanosoma cruzi | 23 AGO 11

Evitar la transmisión de la enfermedad de Chagas durante el embarazo

“No se dispone de un medicamento para tratar a la mujer durante el embarazo, como si ocurre con el VIH, para intentar prevenir la transmisión al feto”.

Si bien existen tratamientos para curar a los bebés que nacen con la enfermedad de Chagas, investigadores argentinos realizan estudios para buscar métodos que impidan la transmisión de esa patología durante el embarazo.

El Chagas es una enfermedad endémica en América. Es causada por un parásito, Trypanosoma cruzi. El cien por ciento de los recién nacidos a los que se les diagnóstica esa enfermedad –transmitida por la madre durante el embarazo– puede curarse si recibe la atención adecuada.
 
“El tratamiento, que dura dos meses, consiste en la administración (dos veces por día) de una dosis de un fármaco (beznidazol o nifurtimox) que elimina los parásitos que circulan en la sangre del bebé. Por lo general el medicamento es muy bien tolerado por los niños, y se está investigando la disponibilidad de encontrar mejores formulaciones de esas drogas para optimizar su administración en el recién nacido”, explicó a la Agencia CyTA el doctor Sergio Sosa Estani, director del Instituto Nacional de Parasitología “Dr. Mario Fatala Chaben”- ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán”.
 
Por su parte, el doctor Alejandro Schijman, investigador del laboratorio de Biología Molecular de la Enfermedad de Chagas en el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular (INGEBI) indicó que “el diagnóstico de la enfermedad de Chagas de las mujeres durante el embarazo se realiza de manera eficaz mediante técnicas inmunológicas de análisis serológico (test de sangre) que ya se utilizan hace muchos años y han dado muy buenos resultados. De hecho en varios países de América Latina se realizan en forma rutinaria estos estudios en las mujeres embarazadas. Sin embargo hasta el momento no conocemos cómo evitar que algunos bebes se contagien la infección por vía transplacentaria con las consecuencias que esto trae”.
 
El primer paso en el control de la transmisión congénita es el estudio de la mujer embarazada, y las pruebas utilizadas son altamente eficientes con el cien por ciento de capacidad de detección de la infección cuando se utilizan dos pruebas al mismo tiempo, tal como establecen las normas en Argentina, afirmó el doctor Sosa Estani. Y agregó  que “no se dispone de un medicamento para tratar a la mujer durante el embarazo, como si ocurre con el VIH, para intentar prevenir la transmisión al feto”.
 
Una estrategia de prevención es diagnosticar la infección en niñas o mujeres jóvenes, para que realicen su tratamiento, y, de esta manera, lograr disminuir la posibilidad de trasmisión, en el caso que esa mujer se embarace, tal como lo hipotetizan en investigaciones conducidas por el doctor Sosa-Estani quien también se desempeña como investigador del CONICET y del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria.
 
“Aunque existe un tratamiento eficaz para los bebés con Chagas congénito, en los casos en que no se les trata por falta de diagnóstico, la infección evoluciona a la etapa crónica de la enfermedad de Chagas con riesgo de compromiso cardíaco y digestivo a lo largo de su vida”, afirmó Schijman. Y continuó: “En el caso de la enfermedad de Chagas, a diferencia de otras infecciones como la del SIDA, la conducta durante el embarazo es, en general, expectante, realizándose el tratamiento al recién nacido una vez que el diagnóstico de la enfermedad da positivo. Sin embargo es preciso seguir investigando cómo se comporta la infección durante el embarazo a fin de diseñar estrategias para evitar que los bebes se contagien.”
 
Aún no se sabe fehacientemente por qué en algunos casos los bebés nacen sin el Trypanosoma cruzi pese a que sus madres están infectadas con ese parásito. Sin embargo, el doctor Schijman señala que la posibilidad de contagio podría depender de  “factores relacionados con la carga parasitaria o la cepa del parásito que causa la infección. Las mujeres con más carga parasitaria en sangre periférica tienen mayor probabilidad de contagiar a su bebé. Por otra parte también tendrían cierto peso las características genéticas e inmunológicas de la mujer embarazada. Son varias las preguntas que intentamos responder a través de estudios científicos.” 
 
Estudio en embarazadas 

Recientemente un consorcio de laboratorios científicos de 16 países acordaron emplear un protocolo estandarizado de diagnóstico de la enfermedad de Chagas que consiste en la detección de ADN de Trypanosoma cruzi en muestras de sangre. El estudio, publicado en la revista científica PLoS Neglected Tropical Diseases, fue coordinado por el doctor Schijman, con respaldo de la Organización Mundial de la Salud.
 
“La  ‘reacción en cadena de la polimerasa’ o PCR (según sus siglas en inglés) es una metodología que consiste en amplificar el ADN de un genoma específico. Esta técnica sirve, entre muchas otras posibilidades, para detectar la presencia de ADN de genes específicos de Trypanosoma cruzi  en muestras de sangre periférica de individuos con sospecha de infección chagásica. Para ser más específico, permite detectar un fragmento específico de ADN del genoma del parásito en forma sensible, ya que puede detectar la presencia de un solo parásito en 10 ml de sangre”, explicó Schijman. Y agregó: “Utilizamos esta herramienta para detectar la presencia de parásitos en la sangre o en la placenta de un grupo de embarazadas (atendidas en el Hospital Bernardino Rivadavia, en la ciudad de Buenos Aires) que dieron su consentimiento para participar en un estudio”.
 
Según Schijman, que también se desempeña como investigador del CONICET, el trabajo –cuyos resultados fueron publicados en la  edición de julio de la revista científica Transactions of the Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene – tenía como propósito caracterizar la dinámica de la infección durante el embarazo en mujeres con enfermedad en fase crónica asintomática, que se caracteriza por bajos niveles de parasito en sangre periférica.
 
Las madres que estaban infectadas provenían de zonas endémicas del país, de países limítrofes como Bolivia y Paraguay y cuatro de ellas habían nacido en la ciudad de Buenos Aires. Este último grupo se habría contagiado por transmisión congénita ya que no había viajado a regiones endémicas ni recibió transfusiones sanguíneas.
 
“En los pacientes con Chagas en fase crónica, la PCR suele tener una sensibilidad de detección de alrededor del 70 por ciento. En este estudio realizamos PCR en forma seriada en al menos tres muestras sanguíneas consecutivas de cada mujer durante el embarazo y observamos un incremento en  la sensibilidad de detección por PCR del 71 por ciento en una muestra única a un 95,6 por ciento en tres muestras, considerando al paciente positivo si al menos una de las tres muestras mencionadas daba PCR positivo.  Por otro lado, se realizó la búsqueda de ADN de Trypanosoma cruzi  en muestras de placenta. Sin embargo,  la detección en placenta no se asoció con la detección en sangre ni con el riesgo de transmisión, por lo tanto se descartó a la placenta como muestra  de elección para diagnosticar la infección en el bebé”, subrayó Schijman.
 
La asociación entre el riesgo de transmisión vertical con la carga parasitaria durante el embarazo, resalta la importancia de tratar a las niñas y mujeres en edad reproductiva como forma de reducir la prevalencia de transmisión vertical, forma de transmisión que es parcialmente responsable en la actualidad, de la urbanización del Chagas y de la aparición de casos emergentes en países no endémicos, indicó el doctor Schijman quien también destacó la necesidad de desarrollar tratamientos que eviten la transmisión congénita de la enfermedad de Chagas durante el embarazo.
 
Es muy importante continuar las investigaciones que permitan optimizar el diagnostico oportuno y el tratamiento del recién nacido con infección congénita y des ser posible el hallazgo de métodos que interrumpan la transmisión congénita del Tripanosoma cruzi, enfatizó Sosa Estani. Y concluyó: “Después de eliminar la transmisión de los vectores (vinchucas) y de las transfusiones de sangre no controladas adecuadamente, la transmisión congénita es la principal vía de generación de nuevos casos de Chagas. El control eficiente de la transmisión congénita será un paso clave y el paso final para la eliminación de la enfermedad de Chagas como problema de Salud Pública.”
 
La investigación coordinada por el doctor Schijman fue subsidiada por la Organización Mundial de la Salud y contó con aportes parciales de subsidios otorgados por CONICET, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y la Fundación Bunge y Born. En el estudio participaron investigadores del Laboratorio de Biología Molecular de la Enfermedad de Chagas (Dr. Mariano Levin) del INGEBI-CONICET, del Servicio de Neonatología y Obstetricia, Hospital Bernardino Rivadavia, del Laboratorio de Parasitología y Enfermedad de Chagas del Hospital Ricardo Gutiérrez y del Departamento de Microbiología, Parasitología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la UBA.

 

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