NUEVA YORK (Reuters Health) - Los niños en edad preescolar no están presentando efectos colaterales graves tras recibir la vacuna trivalente contra la influenza fabricada con virus desactivados (TIV), muestra un nuevo estudio.
Los resultados, que se basaron en datos de siete organizaciones de cuidado de Estados Unidos, "brindan evidencia adicional de que la TIV es segura en los niños pequeños", escribieron los investigadores en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine.
El equipo del doctor Jason M. Glanz de Kaiser Permanente en Colorado, Denver, indica que hasta ahora se han realizado sólo dos ensayos posteriores a la comercialización de las TIV en niños y que existe muy poca información específicamente sobre el grupo de 24 a 59 meses de edad.
El nuevo estudio se focalizó en 66.283 niños dentro de ese rango etario, los cuales recibieron 91.692 dosis de TIV durante cuatro temporadas consecutivas de gripe.
Los investigadores analizaron las tasas de episodios médicos ambulatorios o atendidos en departamentos de emergencia los primeros dos días, las primeras dos semanas y las primeras seis semanas luego de la vacunación y durante períodos de no exposición.
"No hallamos evidencia de ningún episodio adverso grave en las ventanas de riesgo posteriores a la vacunación, es decir entre 0 a 2, 1 a 14 o 1 a 42 días", señaló el equipo.
Un análisis secundario observó a los niños que recibieron más de una vacunación TIV anual. En ese grupo, la proporción en la tasa de incidencia de reacciones alérgicas uno a tres días después de la inmunización aumentó de 6,19 con una segunda dosis a 16,45 con una quinta dosis.
No obstante, la relación dosis-respuesta no fue tan clara cuando el análisis se confinó a los casos confirmados por registros médicos.
Con todo, el doctor Glanz y sus colegas sugieren: "Ahora que la vacunación contra la influenza se recomienda universalmente para todas las edades, estas asociaciones reclaman mayor investigación en poblaciones más amplias y de mayor rango etario".
El estudio fue financiado por un grupo industrial estadounidense bajo un contrato con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés).
FUENTE: Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine, agosto del 2011