Con el apoyo de las redes sociales se realizó un trasplante cardíaco

Que mañana los chicos vayan al colegio”. Guillermo Fraser estaba tirado al pie de la góndola de artículos de limpieza. El plan para la tarde de ese 29 de mayo era comprarle a Diego, su hijo mayor, cosas para el departamento donde iba a mudarse. Pero Guillermo se descompuso y terminó en el hospital Tornú, con un infarto.

Quince días después entró en coma y en emergencia nacional : necesitaba un corazón para seguir viviendo. El órgano apareció y anteayer lo operaron, gracias a un donante y su familia, y a la difusión en las redes sociales .

“Siempre pensamos que lo del trasplante le pasaba al vecino. Hasta que te toca a vos y te das cuenta de la importancia de la donación, de lo que significa dar vida más allá de muerte”, dice Marcela, pareja de Guillermo desde hace siete años, en el bar de la Fundación Favaloro. Fraser tiene 49 años, es contador público e hincha de San Lorenzo. Vive en Paternal con sus seis hijos, de entre 26 y 12 años. Después de dos angioplastías, un by pass y el trasplante de corazón – todo en dos meses – está estable, con respirador y se sabe que su recuperación será buena pero lenta.

Gracias a que la familia de alguien que murió accedió a donar sus órganos al Incucai, Diego, Matías y Natalia (tres de los hijos) están aliviados. Pero también sorprendidos por el alcance virtual del caso de su papá. “Cada vez que aparecíamos en televisión, nos mandaban 20 invitaciones al perfil de Facebook en el que pedíamos el órgano.

Y el Twitter fue impresionante: Facundo Arana, Sofía Zámolo y Andy Kusnetzoff retwittearon nuestro pedido. ¡Hasta el Pipi Romagnoli vino a verlo!”, destaca Diego. Los usuarios también se sumaron al apoyo en el blog que armaron los chicos: “Todos con Guillermo Fraser”.