Por Anne Harding
NUEVA YORK (Reuters Health) - Las transfusiones de unidades de glóbulos rojos pueden ser una fuente de mercurio para los bebés prematuros de muy bajo peso al nacer, publica la revista Pediatrics.
Mientras que el nivel de mercurio suele estar por debajo del umbral de seguridad, hay que seguir a los bebés para asegurarse de que no sufran efectos cognitivos, señalaron los doctores Mohamed T. Elabiad y Rebecca E. Hook, del Centro de Ciencias Médicas de la University of Tennessee, Memphis.
El problema, escriben los autores, es que los donantes adultos pueden tener mercurio en la sangre y esos bebés suelen desarrollar anemia y necesitar múltiples transfusiones de paquetes de glóbulos rojos (PGR).
El estudio se concentró en 37 bebés que habían nacido con 1.000 gramos o menos. El peso promedio al nacer fue de 736 gramos y la edad gestacional media de 25,5 semanas.
Cada bebé recibió por lo menos una transfusión de PGR. En total, recibieron 325 transfusiones de 49 PGR.
Más de tres cuartos de esas unidades se administraron en los primeros 28 días de vida: el 36 por ciento durante la primera semana, el 19 por ciento en la segunda semana, el 11 por ciento en la tercera semana y el 11 por ciento en la cuarta semana.
Cuarenta PGR contenían mercurio (unos 1,9 mcg/L). Según las guías de Agency for Toxic Substances and Disease Registry y de la Organización Mundial de la Salud, ningún bebé recibió más de la dosis diaria intravenosa oral de referencia.
Pero 17 bebés recibieron mercurio en exceso, según la dosis de referencia que establece la Agencia de Protección Ambiental. Cinco de esos bebés recibieron dos transfusiones y 12, una sola.
Las dosis orales de referencia surgen del nivel de exposición segura diaria durante la vida, explicaron Elabiad y Hook. Pero señalaron que el mercurio sería más tóxico en los bebés muy prematuros porque la barrera sangre-cerebro sería más permeable.
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