Un nuevo estudio europeo encuentra que las vacunas supercargadas usadas para combatir la epidemia de H1N1 en 2009 podrían no haber aumentado el riesgo de una enfermedad conocida como síndrome de Guillain-Barre después de todo.
El trastorno de Guillain-Barre es poco común. Hace que el sistema inmunitario de la persona dañe las células nerviosas, y resulta en debilidad muscular o incluso parálisis.
En 1976, una vacuna usada durante un brote de gripe en EE. UU. se relacionó con la enfermedad, y el gobierno detuvo la inmunización. Desde entonces, ha continuado el debate sobre si las vacunas en uso podrían provocar el síndrome.
En un estudio que aparece en la edición del 13 de julio de la revista BMJ, un consorcio de investigadores reportó que la vacuna H1N1 planteaba poco o ningún aumento en el riesgo de la enfermedad.
"Este estudio provee tranquilidad de que las vacunas adyuvantes para la influenza A pandémica (H1N1) de 2009 no aumentaron el riesgo de síndrome de Guillain-Barre sustancialmente, si lo hicieron en lo absoluto", escribieron en un comunicado de prensa de la revista.
Su conclusión provino de un análisis de 50 millones de personas en cinco países europeos que vacunaron a las personas contra el H1N1 en 2009. Los investigadores compararon a 104 personas que sufrían del síndrome de Guillain-Barre o una afección relacionada con otras personas que no.
Ajustaron sus estadísticas para tomar en cuenta otros factores de riesgo de la enfermedad, y no hallaron una relación entre la vacuna de la gripe y el síndrome de Guillain-Barre. Pero anotaron que es posible que persista un pequeño riesgo, y calcularon que podría haber menos de tres casos adicionales de síndrome de Guillain-Barre por cada millón de personas que son protegidas por una vacuna contra la gripe.
Los autores del estudio añadieron que estudios de mayor tamaño que ya se están llevando a cabo proveerán información más definitiva.
FUENTE: BMJ, news release, July 12, 2011