Hacerlo tendría poco impacto

¿No vale la pena hablar con los padres del peso de sus hijos?

"El ejercicio es quizás la herramienta de salud pública más subutilizada".

Fuente: Medlineplus

Por Alison McCook

 NUEVA YORK (Reuters Health) - Las políticas escolares para que los padres sepan si sus hijos tienen sobrepeso u obesidad tendrían poco impacto en este problema de salud, según un estudio realizado en Estados Unidos.

 En la última década, casi todas las escuelas públicas de California reunieron información sobre la altura y el peso de los alumnos de quinto, séptimo y noveno grados, pero sólo algunas optaron por enviarles los resultados a los padres.

 Eso le proporcionó a la doctora Kristine A. Madsen, de la University of California en San Francisco, una oportunidad única para evaluar el efecto de esa notificación.

 Madsen halló que los hijos de los padres notificados no tendían a adelgazar más en el tiempo que los niños de los padres sin notificar.

 Estos resultados, publicado en Archives of Pediatric & Adolescent Medicine, sugieren que las autoridades escolares deberían concentrarse en intervenciones con más impacto, como almuerzos escolares más saludables y mayor actividad física.

 "El ejercicio es quizás la herramienta de salud pública más subutilizada. Instamos a las escuelas a asegurarse de que el entorno esté respaldando la realización de actividad física todo lo posible", dijo la autora.

 Con todo, hacer que los padres conozcan que sus hijos tienen un peso no saludable podría tener algo de impacto, opinó la autora (en el estudio, a la mayoría se los notificó por carta, que algunos podrían no haber recibido).

 Además, casi ninguna de esas cartas utilizó palabras como "sobrepeso" u "obeso", sino que hacían mención al "índice de masa corporal" (IMC) de los niños y que algunos padres podrían no comprender.

 Los expertos tienen opiniones divididas sobre los beneficios de la pesquisa del IMC en las escuelas que recomienda el Instituto de Medicina, junto con la notificación a los padres.

 Pero los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) y la Asociación Estadounidense del Corazón opinan que no existen evidencias sólidas que lo respalden.

 En las escuelas también se observa esa división: en el 2006, el 41 por ciento de los distritos escolares exigía que las escuelas les midieran la altura y el peso a los alumnos, y tres cuartos de esas escuelas notificaban a los padres.

FUENTE: Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, online 4 de julio del 2011