Lo afirmó el reconocido experto italiano Umberto Veronesi | 04 MAY 11

"Al cáncer de mama hay que detectarlo antes"

Uno de los máximos expertos en cáncer de mama.

Gabriela Navarra

Los revolucionarios existen. No son los que se quedan en palabras, sino los que concretan lo que dicen en acciones. Umberto Veronesi es uno de ellos. Es italiano, de Milán, y en noviembre próximo cumplirá 86 años.

La preocupación principal de Veronesi pasa por aumentar la detección temprana de los tumores. "Todavía, a pesar de los métodos disponibles, la mitad de los tumores se descubren por palpación. El objetivo es hallarlos antes", explica.

Médico, patólogo y cirujano, es el hombre que en 1969 propuso a las autoridades de la Organización Mundial de la Salud una aventura por entonces inimaginable: demostrar que quitar un tumor de mama en forma localizada, extrayendo sólo una parte del seno, daría el mismo resultado que la cirugía radical (quitar la mama entera) que se usaba por entonces.

"Mi propuesta parecía una herejía, la consideraban anómala y peligrosa, pero veía mujeres mutiladas quirúrgicamente y quemadas por la radioterapia y me parecía vergonzoso. Quería lograr una cirugía que evitara recidivas locales y lograra la conservación más completa de la mama. La llamé cuadrantectomía", dijo ayer Umberto Veronesi, en su expresivo pero elegante italiano, frente a un auditorio de cerca de 500 especialistas en cáncer de mama locales que escucharon su conferencia magistral durante el 7º curso de la Fundación Argentina contra el Cáncer (Facec) y el Istituto Europeo di Oncologia (IEO), en Buenos Aires.

Ese fue el primer peldaño de su revolución, a partir de la década del 70. Después puso la mira en evitar quitar la cadena de ganglios linfáticos axilares junto con la cirugía mamaria. Gracias a una técnica llamada del ganglio centinela, se pudo detectar con un radioisótopo si existía o no un ganglio positivo, es decir, enfermo de cáncer, y únicamente en ese caso extraer el resto. "Demostramos al cabo de los años que la conservación de los ganglios tenía mejor pronóstico -explica Veronesi-. Extirparlos innecesariamente no sirve, son células de defensa, inmunitarias." Además, cuando se los extrae, se produce un efecto adverso llamado linfedema en el brazo del lado operado, un edema incómodo y molesto de líquido linfático que ya no tiene dónde drenar.

Primero conservar la mama. Después, los ganglios. Pero la revolución de Veronesi no había terminado: con el nuevo milenio, él y su equipo probaron que aplicar radioterapia focalizada luego de extirpar el tumor mamario daba los mismos resultados que irradiar la mama en forma más extensa. Ahora, una técnica llamada Intra Operative Radiotherapy -que se realiza con un acelerador lineal portátil- permite aplicarla al cabo de la extirpación del tumor, pero durante el mismo acto quirúrgico.

Y desde 2002, el grupo que el doctor Veronesi coordina como director científico del Istituto Europeo di Oncologia (IEO) logró que aun en aquellas mujeres en quienes por el tipo de cáncer que tienen -multifocal o multicéntrico, por ejemplo- no queda más opción que extirpar la mama completa, se aplique una técnica, "mastectomía conservadora", que consiste en utilizar piel y el pezón (cuando no está tomado por la enfermedad), y que la paciente salga de la sala de operaciones con una mama nueva.

"Aprendimos que un exceso de cirugía no sirve -asegura el médico, que fue ministro de Salud de su país entre 2000 y 2002-. Las cirugías invasivas son dañinas porque el cuerpo se defiende y pone en marcha factores de crecimiento que pueden estimular el crecimiento de las células tumorales. No es necesario seguir cortando y masacrar a la mujer."

 

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