La demanda de cirugías oftalmológicas es alta y cada vez mayor en todo el mundo. Se calcula que por año se realizan más de 10 millones de cirugías de cataratas globalmente, número que de acuerdo al crecimiento de la población y a su envejecimiento irá creciendo cada vez más. Se espera que de la misma forma aumente la cantidad de otros procedimientos oftalmológicos como el de glaucoma y cirugías vítreo retinianas.
En toda cirugía hay una inflamación postoperatoria leve. Aunque la gravedad de la inflamación - estudiada sobre todo en la cirugía de cataratas- puede variar con el tipo de procedimiento, en la mayoría de las cirugías sin complicaciones tiende a resolverse en pocas semanas, con o sin tratamiento. El objetivo del presente estudio es proporcionar un método de diagnóstico para evaluar pacientes con una inflamación postoperatoria anormal.
De acuerdo con la literatura, se considera que un grado de inflamación 2+ en las células de la cámara anterior en el día 1 postoperatorio y de 1+ en el día postoperatorio 14 están dentro de los límites normales para una cirugía del segmento anterior sin complicaciones. Un dolor significativo es inusual más allá de los días 2 y 3 postoperatorios y podrían estar indicando la presencia de infección. Las causas probables de dolor excesivo de origen no infeccioso, más allá del período razonable pueden ser por aumento de la presión intraocular, material de sutura expuesto o presencia de defecto epitelial.
Debido a la cantidad de causas posibles de inflamación postoperatoria anormal, nos parece útil clasificar la inflamación postquirúrgica excesiva, prolongada o tardía según el tiempo pasado desde la cirugía: 1) inmediatamente o dentro de los 2 primeros días de la cirugía; 2) temprana y a partir del segundo día, pero dentro de las dos primeras semanas, 3) tardía y que se produce pasadas dos semanas de la cirugía.
Diagnóstico diferencial de inflamación postoperatoria excesiva, prolongada o tardía.
Las fotografías a color que aparecen a continuación corresponden al segmento anterior de cuatro pacientes distintos con endoftalmitis.
1) Paciente que presentó endoftalmitis el primer día postoperatorio (presentación inmediata) con una infección grave de Pseudomonas aeruginosa (arriba izquierda).
2) Paciente que presentó endoftalmitis el día 12 postoperatorio (presentación temprana) después de la extracción de cataratas vía córnea clara que tuvo cultivos positivos de Staphylococcus epidermidis (arriba derecha)
3) Paciente que presentó endoftalmitis a los cuatro meses (presentación tardía) después de una cirugía de extracción de cataratas sin complicaciones, con precipitados granulomatosos pigmentados y depósitos capsulares blancos con cultivos positivos de Propionibacterium acnes (abajo izquierda).
4) Paciente que presentó endoftalmitis al año (presentación tardía) después de trabeculectomía sin complicaciones con cultivos positivos de Streptococcus pneumoniae (abajo derecha)
Fotografía color del segmento anterior de un paciente con síndrome del segmento anterior tóxico (SSAT) mostrando características típicas, como edema corneal difuso limbus-a-limbus, inflamación de la cámara anterior y pupila irregular y medio dilatada. En este caso, es evidente el hipopión, pero el SSAT puede aparecer con menos inflamación de la cámara anterior.
Fotografías color de 1) segmento anterior (izquierda) y 2) posterior (derecha) de dos pacientes distintos que muestran inflamación moderada a severa como resultado de fragmentos de cristalino nuclear y cortical, retenidos.
Observaciones características del segmento posterior en dos pacientes que desarrollaron oftalmía simpática meses después de vitrectomía pars plana sin complicaciones (presentación tardía).
1) Fotografía color de fondo de ojo (arriba izquierda) y angiograma fluoresceínico fase media (arriba derecha) de un mismo paciente a los dos meses de la vitrectomía muestran un desprendimiento macular seroso con múltiples filtraciones a través del epitelio pigmentario retiniano.
2) Fotografía color de fondo de ojo tomada a los seis meses de vitrectomía (abajo izquierda) muestra inflamación moderada de vítreo e infiltrados corioretinianos activos. Fotografía del mismo paciente tomada aproximadamente a los 18 meses de la vitrectomía (abajo derecha), una vez que se controló la inflamación del paciente con altas dosis de corticosteroides sistémicos seguida de agentes inmunosupresores no corticosteroides. Aunque no se verificó histopatologicamente, muchos denominarían a estos infiltrados como “nódulos Dalen-Fuchs”.
Conclusiones: Aunque la endoftalmitis postoperatoria debe ser considerada como primera causa de inflamación excesiva, prolongada o tardía, existen una cantidad de causas de inflamación no infecciosas. Proponemos un método sistemático para evaluar a los pacientes con inflamación postoperatoria anormal basada en el tiempo transcurrido desde la cirugía, que dividimos en inmediata, temprana o tardía.
♦ Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, médico oftalmólogo.
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