El atún rojo es uno de los pescados con más mercurio.| Afp
Cristina G. Lucio | Madrid
En las últimas décadas, numerosos estudios han alertado de los altos niveles de mercurio que están presentes en algunos pescados y de los riesgos para la salud que podría acarrear su consumo continuado. Trastornos en el desarrollo, problemas en el embarazo, más riesgo de cáncer... la lista de enfermedades que podrían estar relacionadas con el metal pesado es larga, aunque no exenta de polémica, ya que, en muchos casos, estaba pendiente una última confirmación científica.
Esta semana, un trabajo publicado en la revista 'The New England Journal of Medicine' parece descartar una de las complicaciones más sugeridas: la enfermedad de corazón.
Según sus datos, que se basan en el seguimiento de 51.529 hombres y 121.700 mujeres, "no existe evidencia de que la exposición al mercurio provoque efectos adversos sobre la enfermedad coronaria, el ictus u otros problemas cardiovasculares".
"Nuestros hallazgos sugieren que la gente no debe preocuparse por su salud cardiovascular cuando decida si tomar o no pescado", comentan los autores de este trabajo, de la Universidad de Harvard, quienes, pese a todo, recuerdan que "estos datos no deben reducir los esfuerzos por reducir la exposición al mercurio, ya que puede tener otros efectos dañinos".
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