Es una medida importante

La calidad de vida en los ensayos clínicos del cáncer de mama

Investigadores afirman que los estudios de tratamientos deben incluir sus efectos sobre el bienestar de las pacientes.

Fuente: Medlineplus

Robert Preidt

Tomar decisiones sobre el tratamiento del cáncer de mama de acuerdo con medidas del bienestar general, el nivel de estrés y la capacidad de disfrutar de las actividades vitales normales de la paciente es más eficaz en ensayos clínicos en que la calidad de vida es el resultado primario, según muestra un estudio canadiense reciente.

Investigadores de la Universidad de Laval en Quebec, Canadá, revisaron 190 ensayos clínicos sobre tratamientos del cáncer de mama y encontraron que las medidas de calidad de vida (MCV) eran más útiles para decisiones clínicas en ensayos que usaban intervenciones no biomédicas, como la terapia de grupo.

Las medidas de MCV deben también incluirse en ensayos clínicos de tratamientos para el cáncer de mama metastásico cuando se espera una diferencia mínima en la supervivencia o cuando los tratamientos tienen diferencias sustanciales en la toxicidad, dijeron los investigadores.

En un comunicado de prensa, los investigadores afirmaron que cuando la calidad de vida no es el punto final principal de un ensayo clínico "los resultados sobre las MCV idealmente deben aparecer en un artículo acompañante publicado al mismo tiempo que el artículo sobre los resultados médicos, de manera que se pueda presentar al mismo tiempo a los profesionales clínicos una visión completa sobre los riesgos y los beneficios de la intervención".

Los investigadores señalaron que tanto la Organización Mundial de la Salud como la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. enfatizan la importancia de la calidad de vida de los pacientes, pero que a veces los ensayos clínicos no incluyen dicha medida debido al costo de recolectar los datos.

En un editorial acompañante citado en el comunicado de prensa de la revista, la Dra. Patricia Ganz de la Universidad de California en Los Ángeles comentó que el aumento en los estudios que consideran la calidad de vida "refleja la creciente aceptación de la voz de las pacientes en la evaluación del resultado en los ensayos de [tratamientos para el cáncer de mama]".

El estudio aparece en la edición en línea del 7 de enero de 2010 de la revista Journal of the National Cancer Institute.

FUENTE: Journal of the National Cancer Institute, news release, Jan. 7, 2011

 

Su médico es clave en el resultado del cáncer de mama
Un estudio halla que las variaciones en el tratamiento representan hasta el 30 por ciento de la recurrencia de la enfermedad.

La forma en que los médicos tratan a sus pacientes de cáncer de mama, y si esas elecciones de tratamiento siguen las recomendaciones establecidas, podría desempeñar un papel más importante en la recurrencia del cáncer del que los expertos creían.

En un nuevo análisis de 994 mujeres con carcinoma ductal in situ, el tipo más común de cáncer de mama no invasivo, los investigadores encontraron que las variaciones en el tratamiento de un cirujano a otro eran significativas y podrían representar hasta el 30 por ciento de las recurrencias.

"La variación en el tratamiento es un problema preocupante pero bien conocido en la atención médica", señaló el autor del estudio Andrew W. Dick, investigador de RAND Corp. en Pittsburgh. El informe aparece en la edición en línea del 3 de enero y en la edición impresa del 19 de enero de Journal of the National Cancer Institute.

"La razón por la que este caso sorprende es que la variación es muy grande y se relaciona con factores que son muy importantes en los resultados de salud", apuntó Dick.

Estos factores incluyen tener "márgenes negativos", lo que significa que las células cancerosas están a más de dos milímetros de distancia del borde del tejido extirpado, y recibir radioterapia después de la cirugía de conservación del seno.

La variación por cirujano en el tratamiento representó entre el 15 y 35 por ciento de la aparición del cáncer en el otro seno en los próximos cinco años y entre el 13 y 30 por ciento de las recurrencias en más de 10 años, hallaron los investigadores.

El estudio está bien hecho, señaló Beth Virnig, profesora de políticas y gestión de la salud de la Facultad de salud pública de la Universidad de Minnesota y codirectora del Programa de supervivencia y evolución del cáncer del Centro Oncológico Masónico de la universidad.

Virnig coescribió un editorial para acompañar al estudio.

"Básicamente apuntaron que después de tomar en cuenta todos los factores importantes, como el tamaño del tumor, su grado y el tratamiento, se determinó que un tercio de cómo evoluciona la paciente depende de su médico", explicó.

Aunque a Virnig no le sorprenden las variaciones en el tratamiento, la cantidad de esa variación sí que le sorprendió.

Los hallazgos son complejos, apuntó, y son tantos los factores que determinan la evolución que no hay una forma sencilla de garantizar que una mujer tenga el mejor médico y tratamiento posible.

Una solución que Virnig sugiere en su editorial es desarrollar una especie de sistema de puntuación para los cirujanos del cáncer de mama. Pero reconoce que quizá no sea factible.

Mientras tanto, recomienda que las mujeres pueden mejorar las probabilidades de recibir un tratamiento óptimo si preguntan a su cirujano por el número de procedimientos que ha llevado a cabo, ya que mientras más alto sea, mejor, aunque no pudo ofrecer una cifra que sea "suficientemente buena". "Muchos estudios, aunque no todos, muestran que los centros universitarios son mejores" en lo referente al tratamiento del cáncer de mama, destacó.

Si se desarrolla un sistema de puntuación, apuntó Dick, "me gustaría que el sistema evolucionara de tal manera que el consumidor no tenga que ser un experto bien informado".

Mientras tanto, señaló, las mujeres que sufren cáncer de mama deben obtener las opiniones de sus médicos con respecto a la radioterapia después de la cirugía de conservación del seno y la importancia de los márgenes negativos, que se relacionan con un menor riesgo de recurrencia.

FUENTES: Beth Virnig, Ph.D., M.P.H., professor, health policy and management, University of Minnesota School of Public Health, and co-director, Cancer Outcomes and Survivorship Program, University of Minnesota Masonic Cancer Center, Minneapolis; Andrew W. Dick, Ph.D., researcher, RAND Corp., Pittsburgh; Jan. 3, 2011, Journal of the National Cancer Institute, online.