Por Lynne Peeples
NUEVA YORK (Reuters Health) - Los hombres mayores con cáncer de próstata que optan por una terapia hormonal estarían elevando levemente su riesgo de desarrollar cataratas. Pero se desconoce si la terapia es la causa real de ese trastorno ocular.
La testosterona impulsa el crecimiento del cáncer de próstata. La terapia de privación de andrógenos o TPA suprime la producción de testosterona.
Se estima que uno de cada tres hombres con cáncer de próstata recibe TPA, ya sea farmacológica (con Lupron o Zoladex, por ejemplo) o quirúrgica para extirpar los testículos.
Aun así, cada vez aparecen más pruebas de que la TPA tiene riesgos potenciales graves, como diabetes y obesidad.
En octubre, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos resolvió que ciertos tratamientos hormonales contra el cáncer de próstata, incluidos Lupron, Zoladex, Trelstar y Eligard, deberían incluir nuevas advertencias sobre el riesgo de que los pacientes desarrollen diabetes y problemas cardíacos.
Dado que la obesidad y la diabetes están asociadas con la aparición de cataratas, "sospechamos que las cataratas serían otra consecuencia no intencional" de la TPA, señaló Jennifer Beebe-Dimmer, del Instituto del Cáncer Karmanos, en Detroit, Michigan.
Con su equipo, Beebe-Dimmer estudió a casi 66.000 pacientes con cáncer de próstata mayores de 66 años, de un registro nacional de pacientes oncológicos.
Casi la mitad había recibido alguna forma de TPA, principalmente farmacológica, en los primeros seis meses a partir del diagnóstico.
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