Blefaritis | 06 DIC 10

Eficacia de la azitromicina oftálmica en casos de blefaritis

Evaluación de los efectos de cuatro semana de tratamiento con azitromicina oftálmica 1% en ojos con síntomas de blefaritis.
Autor/a: Dres. Reza M. Haque, MD, PhD, Gail L. Torkildsen, MD, Kurt Brubaker, BS, Richard C. Zink, PhD, Regis P. Kowalski, MS, Francis S. Mah, MD & Stephen C. Pflugfelder Cornea 2010;29:871–877

La blefaritis es una patología inflamatoria ocular crónica con una etiología compleja. La Academia de oftalmología clasificó la patología en anterior o posterior según afecte primariamente la región de las pestañas o los orificios de las glándulas de Meibomio, respectivamente. Sin embargo, no son excluyentes y generalmente se presentan juntas por la proximidad de las zonas involucradas.

Las 30-40 glándulas del párpado superior y entre 20 y 40 del inferior secretan meibomio, que forma la capa exterior de la película lacrimal y que, según la teoría  tiene cuatro funciones: reducir la evaporación de la película lacrimal, prevenir el desborde por los párpados, prevenir la contaminación de la película y sellar los párpados entre sí durante el sueño. La inflamación crónica del párpado puede causar cambios anatómicos en éste y la posterior inflamación de las glándulas de meibomio. Estos cambios anatómicos pueden traducirse en menor calidad de las secreciones glandulares y de no tratarse puede provocar daños en la superficie ocular. Los signos y síntomas de la patología incluyen: disfunción de las glándulas de meibomio, enrojecimiento del borde de los párpados, enrojecimiento de la conjuntiva, costras en el párpado y/o pérdida de pestañas, hiperqueratinización del párpado, lagrimeo, irritación ocular y de los párpados, ardor y picazón.

Queda claro que aún no se comprende en su totalidad la etiología y patología de la blefaritis.  Por lo tanto, no resulta sorprendente que aún no haya un tratamiento aprobado por la FDA para dicha afección. Tanto la rosácea como la dermatitis seborreica y la psoriasis han sido asociadas con la etiología de la blefaritis, también se vieron implicados las mismas bacterias, hongos y parásitos. Sin embargo existen estudios que han demostrado otro tipo de etiología, la de inflamación no asociada con infección.

Ya se ha observado que el síndrome de disfunción lacrimal con o sin disfunción de las glándulas de meibomio, causa inflamación de la superficie ocular demostrada por el incremento en la concentración de citoquinas y quemoquinas en las lágrimas, entre éstas factor de necrosis tumoral α (TNF α), interluquina -6 (IL-6), IL-8 y proteína inflamatoria macrofaga (MIP)-1 α.

En especial las bacterias son interesantemente sospechosas por la diversidad de la flora del párpado y la superficie ocular, considerando su proximidad. Entre los estudios publicados se ha mencionado colonización de Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis, Propionibacteruim acnes y corynebacteria en ojos con blefaritis. El vínculo entre las bacterias y la blefaritis sigue estando incompleto en la literatura. Por lo tanto, es menester seguir investigando la posibilidad de que las bacterias estén involucradas en la etiología de esta patología.

La solución oftálmica de azitromicina 1% es un antibiótico de amplio espectro macrólido aprobado por la FDA para el tratamiento de la conjuntivitis bacteriana. Los investigadores han comprobado que además de la actividad antimicrobiana, los macrólidos inhiben la producción de citoquinas.

De acuerdo con lo anteriormente expuesto, el presente estudio piloto fue diseñado para evaluar el efecto de la solución oftálmica de azitromicina 1% sobre los niveles de citoquinas en lágrimas, la carga bacteriana del borde de los párpados y los signos y síntomas oculares de personas con blefaritis.

Pacientes y métodos:

Intervinieron 26 pacientes (edad media 64,2 años; 65% sexo femenino, 100% raza blanca) con blefaritis moderada a grave. Recibieron solución oftálmica de azitromicina 1% durante 28 días (dos veces por día los dos primeros días y una vez los días siguientes). Se evaluaron los signos y síntomas de blefaritis en línea de base (día 1) y se compararon con los del final del tratamiento (día 29) y en dos visitas de seguimiento posteriores (2 y 4 semanas post-tratamiento). Se recolectaron lágrimas y tomaron cultivos del borde de los párpados en línea de base y al final del tratamiento para medir las citoquinas.

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024