P. TUBELLA / D. ALANDETE - Londres / Washington
John, un drogodependiente de 38 años que malvive en Leicester, ha sido el primer británico en aceptar las 200 libras (228 euros) ofrecidas por Project Prevention a cambio de someterse a una vasectomía. "Nunca debería convertirme en padre, porque no podría mantener a un niño. Ni siquiera puedo mantenerme a mí mismo", aducía durante un reportaje que la BBC dedicó al grupo de Barbara Harris. La organización estadounidense busca en Londres, Glasgow, Bristol y Gales otros objetivos similares a John -consumidor de drogas desde los 12 años- que acepten ser esterilizados.
Barbara Harris, de 58 años, creó la ONG en EE UU hace 13 años. Ella asegura haber experimentado los problemas de los embarazos de mujeres adictas en primera persona, ya que a principios de los noventa su familia adoptó a cuatro niños hijos de la misma madre drogadicta de Los Ángeles. "Mis hijos nacieron con mucho dolor", explica en conversación telefónica desde Carolina del Norte. "Los cuatro nacieron enfermos. Yo los acogí y los cuidé. A su madre nunca la conocí. Nunca ha respondido a las cartas o las fotos que le hemos mandado de sus hijos".
Su organización ha esterilizado o ha suministrado contraceptivos a 3.600 personas. Su principal objetivo son las drogadictas que viven en la pobreza y aceptan 300 dólares (214 euros) para evitar embarazos. La mitad, aproximadamente, se somete a un ligamiento de trompas. Otras se inyectan Depo-Provera, un medicamento que previene el embarazo durante tres meses. Por colocarse un DIU les paga unos 54 euros, y otros 70 por cada seis meses que los mantienen colocados.
Estas mujeres habían tenido, previamente 5.000 abortos, 700 de ellos naturales. Una de ellas había tenido 21 embarazos. En 400 casos, los niños murieron a los días o semanas de edad. Las cifras provienen exclusivamente de la propia organización.
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