Obesidad y diabetes los riesgos del presente | 18 MAY 10

La prevención responsable de la reducción de la mortalidad

Sin embargo, los expertos advierten de que el aumento de la incidencia de la diabetes y la obesidad podría revertir la tendencia.

La disponibilidad de mejores tratamientos junto a medidas de prevención más efectivas quizás estén teniendo un impacto positivo sobre la tasa de mortalidad de la enfermedad coronaria.

Los datos sobre las tasas de mortalidad de Estados Unidos y Canadá indican un descenso en las muertes cardiovasculares. De acuerdo con la American Heart Association, la tasa de mortalidad anual por enfermedad coronaria se redujo en 36.4 por ciento entre 1996 y 2006, y la tasa de mortalidad real descendió un 21.9 por ciento.

En Canadá, de acuerdo con el estudio que aparece en la edición del 12 de mayo de Journal of the American Medical Association, la tasa de mortalidad por enfermedad cardiaca en la provincia de Ontario descendió 35 por ciento entre 1994 y 2005.

"La buena noticia es que la mortalidad por enfermedad coronaria continúa descendiendo a pesar del envejecimiento de la población", dijo el autor del estudio, el Dr. Harindra C. Wijeysundera, cardiólogo del Centro del Corazón Schulich del Centro de Ciencias de la Salud Sunnybrook en Toronto.

"Los cambios en los factores de riesgo parecen desempeñar un papel muy importante", apuntó, "ya que representan poco menos de la mitad de las mejoras a pesar de la disponibilidad de mejores tratamientos". Y, agregó, "a las nuevas terapias también se les da un buen uso".

Sin embargo, hay una nube en el horizonte que oscurece este informe que en términos generales es positivo, apuntó Wijeysundera.

"La diabetes y la obesidad están aumentando", explicó. "Basta una tendencia negativa en la diabetes y la obesidad para eliminar las buenas tendencias". Un incremento de uno por ciento en la diabetes se correlaciona con un incremento de 6 por ciento en la mortalidad, apuntó.

Esos sentimientos han tenido eco en Estados Unidos, donde los expertos en salud han manifestado su creciente preocupación por el aumento en la incidencia del sobrepeso y la obesidad en la población estadounidense.

Los expertos plantean que las medidas preventivas, incluido el uso de estatinas que reducen el colesterol y medicamentos para prevenir la presión arterial alta no se están usando tanto como debieran. En el estudio canadiense, el uso de estatinas por parte de las personas que tienen enfermedad coronaria arterial estable pasó de 8 por ciento en 1994 a 78 por ciento en 2005, lo que deja casi a una cuarta parte de los usuarios potenciales fuera.

 

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