Reparación mamaria post-radioterapia | 22 ABR 10

Innovadora cirugía reconstructiva

Permite reparar el tejido mamario con células madre de la grasa de la propia paciente después de la radioterapia.

Fabiola Czubaj

Cuando hace dos años se mencionó el tema en una reunión científica de oncología en el país, la técnica parecía pura ciencia ficción. Sin embargo, los resultados en unas 6000 mujeres en el mundo confirmaron en este tiempo que se trataba de una terapia más que promisoria para las pacientes con secuelas del cáncer de mama.

Esta nueva técnica de reconstrucción mamaria, que se puede aplicar sólo una vez finalizada la radioterapia después de una cirugía para extirpar un tumor, utiliza un recurso del que la mayoría de las mujeres quiere prescindir: la grasa que se acumula en la cadera o el abdomen.

"Hoy sabemos que la grasa tiene la capacidad no sólo de dar volumen, sino también de regenerar tejidos dañados. Hasta ahora, buscábamos la solución fuera del cuerpo, y resulta que el organismo tiene las armas para solucionarlo con un tejido que está siempre disponible, es fácil de obtener y no genera rechazo", dijo el doctor Alberto Rancati, especialista en cirugía oncoplástica y coordinador de las actividades científicas de la Scuola di Oncologia Quirurgica Ricostruttiva de Milán, Italia.

Así, una lipoaspiración está proporcionando algo más que la felicidad frente al espejo. Según los especialistas consultados, unos 200 centímetros cúbicos de grasa corporal contienen una cantidad suficiente de células madre capaces de regenerar los vasos sanguíneos y devolverle elasticidad al seno afectado.

Los resultados de la técnica de lipotransferencia mamaria publicados hasta ahora se presentaron en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) ante 320 especialistas en radiología, mastología, ginecología y biología durante la Reunión Internacional de Lipotransferencia en Cirugía Mamaria, organizada por la Sociedad Argentina de Mastología y la Facultad de Medicina de la UNLP.

Se analizó, por ejemplo, un estudio sobre 900 mujeres a las que se les había extirpado una mama (hasta 5 años antes) o habían quedado con cicatrices debido a las sesiones de radioterapia. "En las muestras de tejidos enviadas al laboratorio, se puede ver la nueva red vascular a partir del cuarto día de la inyección de células madre", agregó Rancati.

El procedimiento, que aún no fue autorizado en la Argentina y se está poniendo a prueba en 50 pacientes del Instituto de Oncología Angel Roffo, demora alrededor de una hora y media, es ambulatorio y requiere varias sesiones para evitar que el injerto muera (necrosis). Las complicaciones son inferiores al 1% y el procedimiento no aumenta el riesgo de reaparición del cáncer.

En los casos analizados, las muestras de piel a los 2 y 3 meses del procedimiento mostraron un aumento del grosor de 1 milímetro a más de 1 centímetro y una nueva red de vasos sanguíneos. "Es un gran avance para las pacientes que llegan mutiladas a cirugías muy complejas, traumáticas y con altísimos costos. Si las autoridades locales lo autorizan, contaríamos con una técnica más simple y con muy buenos resultados", opinó el cirujano oncoplástico Marcelo Irigo.

 

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