Imagen de la reconstrucción. (Foto: PNAS) CRISTINA DE MARTOS
Una de las terapias que está más en boga en medicina es la ingeniería de tejidos a partir de células madre. La cardiología, y en especial el manejo del infarto, es uno de los campos en los que estas técnicas se están probando. Un grupo de investigadores israelíes acaba de comunicar el avance más reciente: la creación de un 'parche' celular para subsanar el daño del infarto que se cultiva en el propio corazón del individuo.
Cuando una persona sufre un infarto de miocardio, una parte del tejido cardiaco muere o sufre graves lesiones, que dan origen a un tejido cicatricial inútil, debido a la falta de oxígeno. La capacidad de este órgano para regenerarse es limitada, por eso, si la extensión del daño es muy grande, el corazón no es capaz de realizar su función. En los últimos años se han puesto en práctica terapias celulares, tanto con inyección directa de células como con la fabricación de 'parches', con mayor o menor éxito.
Sin embargo, "nunca antes se había hecho algo parecido a esto", relata a elmundo.es Francisco Fernández-Avilés, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Gregorio Marañón, en Madrid. "La idea de utilizar el organismo para cultivar el parche es muy ingeniosa", añade este experto.
Los investigadores, procedentes de la Universidad Ben-Gurion del Néguev, idearon una novedosa técnica cuyo objetivo era salvar uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan los parches cardiacos. Para que éstos sean viables y útiles es imprescindible que logren una buena vascularización. Si no se forman vasos sanguíneos en el parche y estos no se acoplan adecuadamente con los del tejido en el que es implantado, el injerto fracasará.
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