Inyecciones de agua estéril | 04 AGO 09

Alternativa segura y eficaz a la epidural

El agua estéril aumenta la relajación de la zona lumbar, elevando la probabilidad de que el feto se coloque en una posición más favorable.

De acuerdo con los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad McMaster (Canadá) Un nuevo estudio, publicado enInternational Journal of Obstetrics and Gynaecology (2009;116:1158-1166), el mejor tratamiento para el dolor grave de la espalda baja, que padecen muchas mujeres durante el trabajo de parto, serían inyecciones de agua estéril cerca de la parte inferior de la columna.
 
Hasta un tercio de las mujeres sufren lo que se denomina “parto de riñones”. El dolor intenso de ese fenómeno se produce cuando la cabeza del feto empuja contra la columna de la madre.
 
Dada la gravedad de ese dolor constante, muchas mujeres que padecen dolor de espalda reciben la epidural. Pero como recuerda la  Dra. Eileen K. Hutton, directora de la investigación, “las epidurales no son suficientemente seguras y pueden producir complicaciones, además de que no están disponibles en todos los hospitales”.
 
Por esta razón, los obstetras han estado buscando otros tratamientos analgésicos. A fines de la década de 1970, se comenzaron a usar inyecciones de agua estéril, que se habían usado inicialmente para aliviar el dolor por cálculos renales.
 
Aunque se desconoce por qué el método funciona, varios estudios han demostrado su efectividad. La hipótesis del equipo es que la analgesia inducida por las inyecciones de agua estéril aumentarían la relajación, lo que eleva las probabilidades de que el feto se coloque en una posición más favorable y “disminuya la urgencia de cesáreas al proporcionar el tiempo suficiente como para que el trabajo de parto se desarrolle normalmente”.
 
El equipo revisó ocho ensayos, con un total de 828 mujeres, que compararon los resultados de las inyecciones de agua estéril con placebo (inyección con agua salina), acupuntura o estimulación nerviosa con electricidad. En los ocho estudios combinados, el agua estéril redujo a la mitad el número de cesáreas: alrededor del 5% en el grupo tratado con agua estéril y el 10% en los grupos de comparación.

 

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