Introducción
NEFIDA significa Neutralización Fisiológica del Dolor por Acupuntura (por sus siglas en inglés, PHYPANA: Physiological Pain Neutralization by Acupuncture). Este término fue creado en 1984, mientras estaba al frente de la Clínica del Dolor del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología de la Habana, Cuba (INOR).1, 2 Destaca el concepto del procedimiento en el alivio del dolor crónico asociado al cáncer con acupuntura, añadiendo inyecciones de productos analgésicos y complementarios como la vitamina B-12 en los puntos de acupuntura cercanos al área dolorosa. Además, es posible tratar otras vías con diferentes suplementos como la vitamina C. Finalmente, queríamos evitar la palabra acupuntura, que tanta controversia despertaba cuando se realizaban estos procedimientos en aquel entonces y todavía en nuestros días.
El dolor es, sin duda, la experiencia más desagradable que experimenta el hombre y que lo obliga a pedir asistencia médica. El dolor acompaña a los pacientes con cáncer casi siempre hasta el final de la vida y está vinculado con diferentes factores: inflamación, desaferentación, compresión, por lo que su control debe ser una tarea prioritaria en los servicios de salud.
Un encuentro con Linus Pauling
En 1978, cuando participé en el IV Congreso de Oncología en la Habana, Cuba, observé con detenimiento la conferencia del profesor Linus Pauling sobre vitamina C y cáncer. Por aquel entonces cursaba la residencia de neurofisiología clínica en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Cuba (CENIC), de modo que el tema del cáncer estaba muy distante de mi experiencia como médico. No obstante, una vez terminada la conferencia magistral de Linus Carl Pauling (febrero 1901-agosto 1994), un grupo de colegas y yo nos acercamos al ilustre premio Nobel de química de 1954 y premio Nobel de la paz en 1962, entre otras distinciones. Me asombré al ver que de su bolsillo sacó, al parecer, dulces para compartir; cuál fue nuestra sorpresa que al degustarlo notamos que era ácido. Él afirmó con una sonrisa: es vitamina C. A partir de allí la conversación giraba alrededor de dicho tema. Linus Pauling nos dijo que tomaba diariamente tres gramos de su vitamina preferida.
Hasta ese momento yo no había tenido un acercamiento con el tema del cáncer, pero sí hubo intercambio de tarjetas y, por supuesto, autógrafos para nosotros del inolvidable profesor, aun cuando ya no está con nosotros.
Batalla por el alivio del dolor asociado al cáncer
Realicé un posgrado en neurofisiología en Europa (Bulgaria), en 1983. En uno de los viajes de regreso a Cuba, el profesor Zoilo Marinello, director del Instituto Nacional de Oncología de la Habana en aquel entonces, me dijo: “necesito un neurofisiólogo para que se ocupe del alivio del dolor en el cáncer”. Acepté el reto y organizamos un grupo de trabajo en el que se intentaba atender el dolor crónico asociado al cáncer con todos los métodos posibles, aunque solamente disponíamos de dos camas para internar a los pacientes sometidos a tratamientos especiales.3
En 1984, fui invitado a Nicaragua y dentro de las actividades por realizar estuvo el recibimiento de un barco que transportaba ayuda para el pueblo de dicho país, en el puerto de Corinto. En esta ceremonia participaron diferentes personalidades del ámbito político, cultural y científico. Dentro de este último había cinco premios Nobeles; uno de ellos era el profesor Linus Pauling. Al abordar el barco, me fue posible reencontrarme con el profesor Pauling, a quien le comenté sobre nuestro contacto anterior. En ese momento me interesaba mucho obtener más información sobre la vitamina C y el dolor por cáncer.
Amablemente, el profesor –con lápiz y hoja en mano– me indicó que tenía algunos casos en los cuales administraba entre 10 y 12 gramos diarios de vitamina C a pacientes terminales, con resultados alentadores. Nuevamente hubo intercambio de tarjetas, con la diferencia de que 20 días después recibí en mi oficina su obra Cáncer y vitamina C, escrito conjuntamente con el profesor Cameron.4, 5 Posteriormente, me di a la tarea de poner en práctica lo que el profesor Pauling y su libro me enseñaron.
Material y método
La primera serie estuvo conformada por 10 pacientes, con edades entre 43 y 68 años, con diagnóstico de cáncer en estado terminal y dolor no controlado, de más de dos semanas de evolución. Todos mostraron buena función renal. Se utilizaron 12 gramos de vitamina C diaria por 10 días; 10 gramos por vía endovenosa (lentamente) y dos gramos vía oral. Evaluamos la intensidad del dolor según la VAS (Escala Analógica Visual/Visual Analog Scale).
Se aplicó acupuntura según la guía terapéutica, de acuerdo a la ubicación del dolor,6 manteniendo el tratamiento analgésico con base en las normas de la Organización Mundial de la Salud en estos casos.7, 8 El resultado estaba en correspondencia a la dosis de analgésicos utilizados (necesaria para el alivio del dolor referido por el paciente). Bueno: tercio de la dosis; regular: mitad de la dosis y malo: dosis igual o cambio de tratamiento.
Resultados y discusión
La vitamina C es hidrosoluble y necesaria para el crecimiento y desarrollo normal del organismo, pero el cuerpo no la puede almacenar. Las cantidades sobrantes son eliminadas a través de la orina; eso quiere decir que se requiere un suministro continuo en la dieta. Se debe tener cuidado con los pacientes con predisposición de litiasis y/o disfunción renal cuando se utilizan altas dosis. La vitamina C resulta esencial para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo, así como para producir el colágeno, útil en la formación de piel, tendones, ligamentos, vasos sanguíneos. También sirve para la cicatrización de heridas y para la reparación y mantenimiento de cartílago, huesos y dientes.
Así mismo, la vitamina C es uno de muchos antioxidantes que bloquean parte del daño causado por los radicales libres, los cuales son subproductos, con una carga negativa de más, de reacciones en el organismo o están en el medio ambiente. El consumo de cigarrillos y algunas alteraciones de la salud incrementan la ingestión de vitamina C. Por otra parte, el término orthomolecular fue descrito por Linus Pauling, en 1967, quien publicó un artículo sobre la utilización de nutrientes como “moléculas correctas en cantidades correctas”. El término aún es asociado al uso de megadosis de vitamina C para una salud óptima.9
El promedio de VAS al comienzo fue de 7.65 y disminuyó a 5.75 después del tratamiento; se observó una diferencia significativa de p<0.95. Estos resultados son alentadores si se toma en cuenta que el dolor asociado al cáncer es difícil de controlar.3, 8, 10 Consideramos que la vitamina C incrementa el umbral del dolor conjuntamente con el efecto de la acupuntura, en la cual se ha demostrado un nivel alto de beta-endorfinas. En 60% de los casos se presentó dolor en la región lumbar y en 40%, dolores generalizados.
En el primer grupo, 50% necesitó el tercio de la dosis analgésica requerida para el alivio del dolor (bueno). Dos casos tuvieron un resultado regular y uno malo. En el segundo grupo, tres casos presentaron un resultado regular. En un caso no se encontró cambio en el VAS (10 antes y después) y se observó mayor dolor en el área de las costillas y la espina dorsal. Los resultados totales muestran que 30% fue bueno, 50% regular y 20% malo.
Si consideramos los grupos bueno y regular, podemos ver 80% de los casos con resultados alentadores, tomando en cuenta que estas personas estaban en etapa terminal con poco alivio del dolor previo al estudio. Los pacientes y sus familiares me agradecieron el nuevo tratamiento, pero creo que debemos darle las gracias al ilustre y nunca olvidado profesor Linus Pauling, y espero que este pequeño artículo contribuya a perpetuar sus ideales. Recomendamos realizar más estudios en este sentido para obtener mejores conclusiones.