Una amenaza que muchas argentinas desconocen | 23 JUN 09

Advierten sobre los riesgos de la disfunción tiroidea en el embarazo

Si no se trata, provoca complicaciones para la salud materna y el desarrollo del bebé.

Fabiola Czubaj

Natalia luce feliz su quinto mes de embarazo y asegura que los cuidados para controlar el hipotiroidismo, una disfunción de la glándula tiroides, ya es parte de su vida. "En 2007, el médico me dijo que tenía que empezar un tratamiento para controlarme y no iba a tener problemas con el embarazo. Y así fue", comenta esta treintañera licenciada en relaciones públicas.

Ocurre que cualquier alteración de la glándula tiroides en el embarazo puede exponer a la mamá y al bebe a graves complicaciones. Por eso es tan importante detectar y tratar a tiempo las disfunciones de esa glándula en las mujeres en edad reproductiva.

"El embarazo es para la glándula tiroides como una ergometría: puede hacer evidente una insuficiencia funcional desconocida. Es importante identificar cualquier disfunción antes de buscar un embarazo. Pero si la mujer ya está embarazada, es indispensable darle un tratamiento apropiado", explica la doctora Silvia Gutiérrez, jefa del Grupo de Trabajo Tiroides de la División Endocrinología del Hospital Durand.

En un intervalo del I Simposio Internacional de Actualización en Patología Tiroidea y Embarazo, Gutiérrez y el doctor Marcos Abalovich, presidente electo de la Sociedad Latinoamericana de Tiroides, dialogaron con La Nacion. Estiman que entre el 40 y el 60% de los abortos espontáneos son por alteraciones tiroideas no tratadas. "Pero también hay otras complicaciones, como la hipertensión en el embarazo (preeclampsia) y el riesgo de tener un parto prematuro o un desprendimiento placentario", aclara Abalovich.

La glándula tiroides, que pesa unos 25 gramos y tiene forma de mariposa, abraza la tráquea a la altura de la base del cuello. Su centro de control se encuentra en otra glándula endocrina, la hipófisis, que está en el cerebro. Desde allí, recibe la orden de producir dos hormonas ?la T4 y la T3? que ayudan a regular el metabolismo. Esa comunicación glandular es posible a través de la hormona estimulante de la glándula tiroides (TSH).

Además de la herencia familiar ?la disfunción tiroidea es más frecuente en las hijas que en los hijos?, existen "gatillos" en la vida cotidiana, como el estrés por distintas causas (fallecimiento de un familiar, tensión laboral, divorcio, robos o mudanzas), los virus y el consumo de fármacos. Para saber si la glándula funciona bien, se utiliza un análisis de sangre para medir los niveles de T3, T4 y TSH, la más "sensible". La TSH aumenta cuando la tiroides no produce lo suficiente (hipotiroidismo) y se hace casi indetectable cuando produce en exceso (hipertiroidismo).

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

CONTENIDOS RELACIONADOS
AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024