Comparación

Superioridad del escitalopram frente al citalopram en pacientes ancianos

En caso de depresión mayor en la población geriátrica, el tratamiento con escitalopram se asocia con resultados más favorables en comparación con el uso de citalopram en términos de respuesta y cumplimiento del tratamiento, cantidad de hospitalizaciones y costo relacionado con la utilización de los servicios de salud

Autor/a: Dres. Wu E, Greenberg P, Erder M y colaboradores

Fuente: Current Medical Research and Opinion 24(9):2587-2595, Sep 2008

Introducción y objetivos

Se calcula que el trastorno depresivo mayor afecta hasta al 20% de la población geriátrica residente en la comunidad. Su presencia tiene consecuencias significativas como la aparición de trastornos cognitivos, que sería más frecuente en pacientes ancianos en comparación con lo observado en sujetos más jóvenes con depresión. Desafortunadamente, los síntomas depresivos en los ancianos suelen atribuirse a la presencia de entidades comórbidas o al proceso de envejecimiento. Esto impide un diagnóstico y tratamiento adecuados.

El citalopram es un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina que mejora significativamente la sintomatología depresiva. Su eficacia y seguridad resultarían adecuadas en pacientes con depresión moderada a grave. Además, su administración es bien tolerada. El escitalopram es el isómero responsable del efecto del citalopram y también resulta efectivo para el tratamiento de la depresión. Según lo informado, su eficacia sería superior a la del citalopram en caso de depresión mayor. Además, se comunicó su utilidad para prevenir la aparición de recaídas depresivas y su superioridad frente al tratamiento con citalopram en términos de respuesta terapéutica. Más aún, en un estudio europeo se informó que el escitalopram es más rentable que el citalopram.

La información sobre el empleo de citalopram y escitalopram en la población geriátrica es escasa. En algunos estudios se verificó la eficacia y seguridad de ambas drogas para el tratamiento agudo o a largo plazo de los pacientes ancianos con depresión. El presente estudio se llevó a cabo para comparar las características del tratamiento con citalopram o escitalopram en pacientes ancianos con depresión mayor.

Pacientes y métodos

La información para realizar el presente estudio se obtuvo a partir de la base de datos Health Care Information Solutions National Manager Care, que incluye la información de más de 25 millones de afiliados a los planes de salud de Estados Unidos. Se evaluaron los datos correspondientes a pacientes mayores de 65 años con antecedentes de al menos una hospitalización o dos demandas de atención relacionadas con el diagnóstico de trastorno depresivo mayor. Todos habían recibido al menos una prescripción para cumplir un tratamiento con citalopram o escitalopram. Los datos obtenidos se evaluaron durante un período de seis meses.

Se recabó información sobre las características demográficas de los pacientes al inicio del estudio. El perfil de comorbilidades se evaluó mediante el Charlson Comorbidity Index (CCI). También se estimó el nivel de utilización de servicios de salud y los costos relacionados con dicha utilización. Otros parámetros valorados fueron la suspensión o el cambio de la droga antidepresiva prescrita y las frecuencias de interrupción del tratamiento y de hospitalización.

Resultados

Un total de 459 y 232 pacientes recibieron escitalopram o citalopram, respectivamente. No se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos respecto de las características demográficas evaluadas al inicio del estudio. Tampoco se verificaron diferencias sustanciales al evaluar el perfil de comorbilidades y el puntaje de la escala Clinical Global Impression. La media de edad de los pacientes tratados con escitalopram fue 73.5 años. En cuanto al grupo que recibió citalopram, la media de edad fue 73.3 años. La mayoría de los participantes era de sexo femenino. Los grupos no difirieron significativamente respecto de la cantidad de drogas empleadas al inicio del estudio. Entre los pacientes tratados con escitalopram se observó una probabilidad superior de sufrir un trastorno de ansiedad generalizada y una probabilidad inferior de sufrir cáncer en comparación con los pacientes que recibieron citalopram.

La utilización de recursos de salud observada al inicio del ensayo fue comparable entre ambos grupos. Dicho análisis incluyó las consultas ambulatorias, las hospitalizaciones, las drogas prescritas, los servicios médicos y el costo total de los servicios de salud utilizados. Los pacientes tratados con escitalopram presentaron una probabilidad menor de interrumpir el tratamiento en comparación con los que recibieron citalopram. Lo mismo se verificó al analizar el cambio de antidepresivo. La frecuencia de hospitalización fue significativamente superior entre los pacientes tratados con citalopram respecto de los que recibieron escitalopram. Más aún, se calculó que entre aquellos tratados con escitalopram la cantidad de días de hospitalización fue un 66% menor.

Si bien el costo inherente a la prescripción de drogas luego de 6 meses de tratamiento fue inferior entre los sujetos que recibieron escitalopram, la diferencia entre ambos grupos no fue sustancial. En cambio, la terapia con citalopram se asoció con un costo significativamente superior relacionado con las hospitalizaciones, las consultas ambulatorias y la utilización de servicios médicos en general. La realización de un análisis de sensibilidad permitió observar que el tratamiento con escitalopram se vinculó con un costo significativamente superior relacionado con el tratamiento farmacológico. Sin embargo, el costo total asociado con la utilización de servicios médicos fue sustancialmente inferior para el grupo asignado a escitalopram.

Discusión

De acuerdo con los resultados del presente estudio, los pacientes ancianos tratados con escitalopram presentaron un cumplimiento terapéutico superior y una cantidad de hospitalizaciones significativamente inferior en comparación con aquellos que recibieron citalopram. Además, la administración de escitalopram se asoció con un costo inferior inherente a la utilización de los servicios de salud. La disminución del costo se debió principalmente a la frecuencia más baja de hospitalizaciones y al costo médico total inferior, observado entre los pacientes incluidos en ese grupo. Los hallazgos obtenidos podrían relacionarse con la eficacia superior del escitalopram frente al citalopram. La respuesta terapéutica superior al tratamiento con escitalopram se asociaría con un cumplimiento más adecuado de la terapia y con una disminución de los costos médicos y totales relacionados con la utilización de los servicios de salud. Los autores destacan que el costo vinculado con el trastorno depresivo mayor fue significativo, aún al tener en cuenta la gravedad de las enfermedades clínicas crónicas que sufrían los pacientes evaluados.

Entre las limitaciones del presente estudio se mencionan el número reducido de pacientes, la falta de inclusión de los costos relacionados con el cuidado de los enfermos y la ausencia de un seguimiento a largo plazo. No obstante, los resultados obtenidos permiten sugerir que, en caso de depresión mayor en la población geriátrica, el tratamiento con escitalopram se asocia con resultados más favorables respecto de la administración de citalopram. Estos hallazgos se verifican en términos de respuesta y cumplimiento del tratamiento, cantidad de hospitalizaciones y costo relacionado con la utilización de los servicios de salud.

Conclusión

El tratamiento con escitalopram debe considerarse antes que el tratamiento con citalopram a la hora de tratar a los pacientes ancianos que presentan depresión mayor.