Por Silvina Ramos | 10 JUN 09

Para reducir las muertes maternas

Desde hace veinte años se implementan planes con resultados muy pobres. Ahora el Ministerio de Salud anuncia otro. Es de esperar que cuente con los recursos, las capacidades y la voluntad política imprescindibles para evitar un nuevo fracaso.

Quienes trabajamos en el campo de los derechos reproductivos desde hace más de veinte años hemos sido testigos de varios planes para reducir la mortalidad materna; demasiados planes para tan pobres resultados.

Sin embargo, una nueva iniciativa para evitar las muertes maternas, como el reciente plan del Ministerio de Salud de la Nación, es una oportunidad que debe destacarse y seguirse de cerca, pues no hay tiempo para errores, ambigüedades o dilaciones.

Las muertes de mujeres por complicaciones relacionadas con el aborto, el embarazo, el parto y el puerperio pueden y deben evitarse. Porque se sabe lo que hay que hacer para lograrlo, porque los recursos necesarios están disponibles y porque las 300 muertes anuales son una violación sistemática del derecho a la vida y la salud de las mujeres. Para un país que exhibe con orgullo sus avances en la condición social de las mujeres, estas muertes son una mancha negra indeleble.

La Argentina está lejos de cumplir con el compromiso de reducir las muertes maternas en 2/3 partes para el 2015. Hay provincias con una mortalidad materna que triplica la tasa nacional, un nivel de inequidad que ningún otro indicador sanitario muestra. En los últimos 20 años, las complicaciones por abortos han sido la primera causa de esas muertes, seguidas de las hemorragias y los trastornos hipertensivos. Esta estructura varió levemente el año pasado, pero datos de un solo año no son suficientes para marcar una tendencia. Poco más del 80% de las muertes maternas ocurre en los establecimientos de salud y muestra que las mujeres llegan a los servicios. Y llegan como lo hacían hace más de 20 años, con un estado físico-clínico que no compromete su sobrevivencia.

La accesibilidad al sistema no es el problema; la calidad y organización de los servicios sí lo son. Las causas más frecuentes de muertes maternas son evitables con pocas intervenciones. Las complicaciones de abortos inseguros se reducen con prevención de embarazos no deseados a través del acceso a educación sexual y anticoncepción. También se reducen con atención de calidad de las 70.000 mujeres que se internan por complicaciones de abortos anualmente. El acceso a los abortos permitidos por la ley (se realizan 450.000 abortos al año) evitaría también esas complicaciones y con ello, esas muertes.

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024