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Enfermedad trofoblástica gestacional

Una alteración proliferativa del trofoblasto que incluye a la mola parcial, la mola completa o mola hidatidiforme, la mola invasiva, la mola metastásica, el coriocarcinoma, el tumor trofoblástico del sitio placentario y el tumor trofoblástico epitelioide
Autor/a: Dres. Ngan YSH, Chan KKL, Tam KF. Current Obstetrics & Gynaecology 2006; 16, 93–99.

Introducción

La enfermedad trofoblástica gestacional (ETG), es una alteración proliferativa del trofoblasto que incluye a la mola parcial, la mola completa o mola hidatidiforme, la mola invasiva, la mola metastásica, el coriocarcinoma, el tumor trofoblástico del sitio placentario y el tumor trofoblástico epitelioide. El coriocarcinoma, el tumor trofoblástico del sitio placentario y el tumor trofoblástico epitelioide son malignos, mientras que solamente un 10–20% de las molas pueden evolucionar hacia una forma maligna.

En el encuentro del año 2000 de la Internacional Federation of Obstetrics and Gynecology (FIGO), se eligió el término de neoplasia trofoblástica gestacional a los pacientes cuya gonadotrofina coriónica humana sérica no retrocede en ausencia de un embarazo normal. Estos pacientes a semejanza del coriocarcinoma necesitan quimioterapia.

Epidemiología

La incidencia de ETG es más alta en Asia y en América Latina que en los países desarrollados de occidente. La tasa de ETG en los Estados Unidos es de 0,6-1,1 por 1000 embarazos. A pesar de los subregistros se puede afirmar que la ETG es una enfermedad infrecuente.

Mola

Factores de riesgo de embarazo molar. El embarazo molar es más frecuente en mujeres muy jóvenes o que se embarazan a edad avanzada y en las grandes multíparas. El antecedente de un embarazo molar aumenta 10 veces el riesgo de nuevo embarazo molar.

Histología y clasificación clínica. Histológicamente, la mola parcial es diferente de la mola hidatidiforme respecto al grado de proliferación trofoblástica y en la presencia de partes fetales o eritrocitos fetales, pero en ausencia de estos hallazgos fetales la mola parcial se puede confundir con la mola hidatidiforme. La citogenética y la tecnología biomolecular permiten diferenciar los abortos por mola parcial de los abortos por mola hidatidiforme.

Si bien la mola es una afección benigna puede llegar a invadir el miometrio y causar perforación uterina o hacer metástasis en la vagina.

La presentación típica es la falta de regresión de los valores séricos de gonadotrofina coriónica humana y si la enfermedad no es tratada sigue evolucionando y puede degenerar en coriocarcinoma. Este grado de mola se denomina neoplasia trofoblástica gestacional.

Tratamiento clínico. La clásica presentación de la mola durante el embarazo es la hemorragia vaginal, un útero demasiado grande para su etapa gestacional y la ausencia de latidos fetales. La ausencia de otras complicaciones como la preclampsia en los países desarrollados se puede deber a los mejores controles del embarazo. La ecografía transvaginal completa el diagnóstico de mola.

El tratamiento estándar es la evacuación por succión a cargo de un ginecólogo de experiencia que adopte las precauciones para evitar una hemorragia masiva. La histerectomía puede estar indicada si la paciente decide no tener más embarazos.

Después de la evacuación, entre los pasos importantes se deben hacer 3 determinaciones (una por semana) de gonadotrofina coriónica humana y luego mensualmente durante 6 meses. Es necesario usar anticonceptivos hasta que la gonadotrofina coriónica humana haya regresado a valores normales. Se recomienda determinar la subunidad ß de gonadotrofina coriónica humana.

En los casos en que hay vitalidad fetal se puede continuar con el embarazo si no hay complicaciones, el cariotipo es normal y la ecografía es normal. De todas maneras el riesgo de aborto espontáneo es del 60% aproximadamente.

Neoplasia trofoblástica gestacional

La neoplasia trofoblástica gestacional es generalmente diagnosticada mediante los controles de gonadotrofina coriónica humana que se realizan después de un embarazo molar. Es importante tener en cuenta el diagnóstico de neoplasia trofoblástica gestacional en una mujer que después del embarazo se le detecta una masa tumoral en el tórax o el cerebro y además tiene trastornos menstruales. En estos casos se impone la determinación de gonadotrofina coriónica humana.

La quimioterapia es el tratamiento adecuado y la tasa de curación es alta. Los siguientes factores se asocian con un riesgo aumentado de neoplasia trofoblástica gestacional:

  • Tamaño grande del útero.
  • Edad > 35 años.
  • Quistes lúteos bilaterales.
  • Síntomas de preclampsia.
  • Hipertiroidismo.
  • Antecedentes de embarazo molar.

En el encuentro 2000 de FIGO se definieron los criterios para el diagnóstico de neoplasia trofoblástica gestacional: la presencia de 4 determinaciones de gonadotrofina coriónica humana elevada, la persistencia de este marcador durante 6 o más meses, o cuando hay un diagnóstico histológico de coriocarcinoma.

 

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