'Journal of American Medical Association' | 08 ABR 09

El ejercicio reduce la mortalidad y la hospitalización en I. Cardíaca

Otro trabajo demuestra, además, que mejora la calidad de vida de estas personas.

LAURA TARDÓN

Aunque ''descansar'' era la recomendación más frecuente que los especialistas hacían a los pacientes con insuficiencia cardiaca, desde hace más de 20 años, el consejo médico ha cambiado. Dos nuevos estudios confirman que practicar ejercicio regularmente mejora la calidad de vida, reduce la mortalidad y la hospitalización de los afectados.

"Caminar a una velocidad de tres kilómetros por hora durante 30 minutos, tres veces por semana, redujo un 17% la mortalidad y la hospitalización por insuficiencia cardiaca", afirma Steven J. Keteyian, autor principal de uno de los dos artículos publicados entre las páginas del ''Journal of American Medical Association'', quien añade que si se practica durante 40 minutos cuatro días por semana, la tasa de mortalidad y de hospitalización se reduce un 26%.

Ya lo señalaban trabajos anteriores. Sin embargo, eran ensayos pequeños. "Para valorar la seguridad y eficacia de esta terapia basada en el ejercicio es necesario trabajar con una amplia muestra de pacientes con insuficiencia cardiaca", explican los responsables de este estudio.

En esta ocasión, 2.331 pacientes con insuficiencia cardiaca moderada o grave, procedentes de Estados Unidos, Canadá y Francia, participaron en el estudio entre 2003 y 2008. La edad media era de 59 años. De forma aleatoria, se les dividió en dos grupos. Uno recibió una terapia estandarizada y el otro, además, se sometió a un programa de ejercicio supervisado.

Este entrenamiento consistía en caminar en una cinta mecánica o pedalear en una bicicleta estática tres veces por semana hasta completar 36 sesiones. Al finalizar éstas, los participantes continuaban ejercitando en casa. El objetivo era cumplir 200 minutos de ejercicio por semana, aunque los miembros del grupo sólo alcanzaron el 60% de dicho compromiso en el transcurso de un año.

"El estudio demuestra que un poco de ejercicio es bueno para estos pacientes, pero hacer un poco más es aún mejor", apunta Keteyian.

Según Marcos Rodríguez Esteban, cardiólogo del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife, "la actividad física no sólo mejora la capacidad funcional sino que evita la atrofia muscular".

Mejorar la calidad de vida

El segundo estudio valoraba en los mismos pacientes los efectos del ejercicio en su calidad de vida, teniendo en cuenta que ésta se reduce considerablemente debido a que los dos síntomas más frecuentes de esta patología (dificultad para respirar y fatiga) influyen en el desarrollo de las actividades diarias.

 

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