Indicaciones técnicas | 13 MAY 09

El dolor en las amputaciones

Los errores quirúrgicos llevan a diversas complicaciones, entre ellas la producción de dolor que complica la rehabilitación.
Autor/a: Arturo Urrutia, secretario adjunto de la Sociedad Mexicana de Ortopedia Vol. VI/ Num. 1/ 2009
INDICE:  1. Desarrollo | 2. Desarrollo
Desarrollo

Abstract

En este capítulo haremos una revisión de cómo los errores quirúrgicos en las amputaciones llevan a diversas complicaciones, entre ellas la producción de dolor que lejos de ser el esperado es un tipo de dolor que complica la rehabilitación. Además, el objetivo es mostrar estos errores y dar indicaciones técnicas para evitarlos.

Si por naturaleza la amputación es un procedimiento físicamente doloroso, producto de la lesión de los tejidos durante el acto operatorio y psicológicamente traumático por tratarse de una pérdida, imaginemos lo que esta cirugía podría agravarse en términos de complicaciones cuando se realiza con errores. Para abordar el tema consideramos útil hacer algunos señalamientos generales con respecto al dolor y la amputación de un miembro.

Durante su evolución en la historia de la humanidad, el dolor debe ser analizado profundamente desde varios puntos de vista y desde el juicio de diversas disciplinas ajenas a la medicina, ya que como su definición lo dice, es un síntoma subjetivo que puede tomar diversas acepciones dependiendo de innumerables factores del huésped y del medio. Por ejemplo, en algunas religiones el dolor es un medio de ofrenda que lejos de tratar de aliviarlo, se busca incrementarlo para dar al individuo que lo padece una sensación de purificación o de acercamiento a un ser superior con el fin de tener una ganancia secundaria de orden divino. En algunas culturas se utiliza como un medio seriamente ceremonial de iniciación en diversas etapas de la vida, como el comienzo de la adolescencia en personas pertenecientes a tribus de Indonesia. También es conocido que el dolor es usado por algunos grupos sociales de orden vandálico para dar aceptación y membresía dentro del clan a una persona que resiste cierto grado de castigo físico. En el arte el dolor del artista es importante, ya que plasma su sentimiento; tal es el caso de la obra de la mexicana Frida Kahlo, en la que se muestra la transformación de su pintura después de experimentar episodios de dolor físico. El dolor llega a puntos tan increíbles que es fabricado propositivamente para dar recreación a individuos que pagan por funciones que representan actos aberrantes, donde el dolor tiene el papel protagónico; dichos teatros, circos y arenas se colman de personas sedientas de ver la representación del dolor.

En la sexualidad humana, el sadomasoquismo es una industria multimillonaria que vende el dolor como un ingrediente para alcanzar el orgasmo. Otro punto de análisis es el dolor en el ámbito legal. En esta disciplina social se pueden ilustrar las ejecuciones públicas en algunas épocas de la historia, en las cuales mostrar el dolor que sufría el infractor era el mejor escarmiento para que otros respetaran la ley. De manera alterna, la ley no solamente utiliza el dolor, también lo sanciona; son bien conocidas en la actualidad las penalizaciones de que son objeto las personas que maltratan a los niños.

También en el ambiente legal, la modernidad, el crecimiento tecnológico, el avance en la farmacología de los analgésicos y la Internet nos están llevando a los médicos a ser objeto de novedosas demandas legales iniciadas por abogados oportunistas que aconsejan a pacientes insatisfechos con el tratamiento recibido a proceder legalmente contra su médico. Por ejemplificar un caso, en un rutinario manejo posoperatorio, probablemente no acertado, donde hay dolor posquirúrgico, demandan al médico tratante, tomando como premisa que en la Internet dice que con las drogas y la tecnología actual nadie debe sufrir un dolor posoperatorio intolerable. Y aunque de manera purista esto es cierto, también es verdad que estos abogados, ignorantes de la variabilidad de la respuesta fisiológica al dolor, no deberían suponer que la medicina es dos por dos igual a cuatro sólo porque lo refiere la red.

Con estas reflexiones queda claro que el dolor es un síntoma subjetivo, de naturaleza ambigua y diferenciado por diversas culturas y religiones. De una manera simplista se puede decir que es sencillamente una caja de pandora.

Si bien el dolor tiene tantas variables y ramificaciones, las amputaciones, que son básicamente el tema que nos ocupa, también son un tópico digno de análisis y reflexión. Decimos esto porque probablemente la amputación de un miembro sea de los procedimientos quirúrgicos más antiguos y, sin duda, el acto operatorio más practicado, con una casuística inmensa desde que el hombre ha estado sobre la Tierra.

 

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