Por: Guillermina De Domini
Un aviso en una revista de cable dice: "Elija nuestros procedimientos combinados y ahorre: lifting facial + implantes mamarios + una láser liposucción sólo a $ 10.000". Otra clínica anuncia en Internet: "Aproveche las promociones de temporada baja: un 30% menos en cirugías simultáneas". Hasta permite pagar en 24 cuotas con tarjeta. Lucía Romero, de 24 años, enganchó uno de estos packs. Se operó la nariz, las lolas y los "flotadores" en una intervención de dos horas. "Pagué $ 13.000, $ 7.000 menos que si las hacía por separado", contó. Como ella, en la Argentina hay 25.000 personas optan anualmente por estos "combos": un 150% más que hace 10 años y la mitad de los que se hacen cirugías plásticas. Así lo estimó Francisco Famá, de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
"Esta tendencia se debe al aumento de la seguridad en el quirófano y a que los pacientes se informaron. Saben que abaratan los costos, entran una sola vez al quirófano y tienen un solo tiempo de recuperación", coincidió Diego Schevelzon, presidente de la Cámara Argentina de Centros y Clínicas de Cirugía Plástica y director de Clínica B&S.
Esa reducción de costos puede alcanzar hasta un 30% del valor de la cirugía individual. ¿Por qué? El paciente paga un solo derecho de quirófano ($ 1.500 promedio) y una anestesia. Guillermo Blugerman, presidente de la Asociación Argentina de Medicina y Cirugía Cosmética, y codirector de esa clínica atribuyó esta demanda de los "combos" a los programas de televisión, locales y extranjeros, que desde 2002 venden cambios extremos: "Sigue creciendo, y más entre los extranjeros". Famá remarcó que el 10% de las cirugías combinadas se las hacen estadounidenses, chilenos, mexicanos y bolivianos. Lo más solicitado: lipoescultura, implante de mamas o glúteos y lifting facial.
Los cirujanos señalan otros beneficios, más allá de los económicos. Estas cirugías no implican más horas en el quirófano porque dos o tres equipos de profesionales trabajan simultáneamente y los pacientes reciben el alta dos horas después de la operación. "La anestesia local tumescente permite trabajar en diferentes zonas sin entrar en dosis tóxicas. No sólo el gasto es menor sino que ayuda a una pronta metabolización. También hay nuevas drogas anestésicas que en menores dosis causan un efecto casi instantáneo y más duradero. Otros cambios son los instrumentos quirúrgicos más chicos", puntualizó Schevelzon .
Pero no todo es color de rosa. Famá remarcó que el paciente debe tener en cuenta que someterse a varias cirugías en un mismo día significa un dolor postoperatorio más traumático. Y aclaró que "es aconsejable que la intervención no dure más de seis horas porque el paciente puede perder mucha sangre y líquidos". Blugerman alertó que tampoco hay que combinar la cirugía estética con la médica porque los riesgos son mayores.
Daniel Absi, jefe de cirugía plástica de la Fundación Favaloro, agregó que es fundamental tener en cuenta la salud del paciente, y eso incluye el estado metabólico y nutricional. Si es fumador, recomienda dejar el cigarrillo seis semanas antes de la cirugía y al menos 45 después para que el proceso de cicatrización no sea lento. Y no lo sugieren a personas con sobrepeso, sensibles al dolor o de edad avanzada.
En el país no existe un relevamiento de los lugares donde se hacen cirugías plásticas legales, pero todos advirtieron que se debe desconfiar de los "combos" demasiado baratos. Y Schevelzon sugirió a los pacientes que antes de operarse pidan el título médico, el certificado de especialización en cirugías plásticas y las habilitaciones legales necesarias.
Raras cirugías nuevas
Lo último en cirugías plásticas son el lifting de escroto y el relleno del punto Gräfenberg (más conocido como punto G) de la mujer. El relleno del Punto G de la vagina es lo que está revolucionando los consultorios médicos en el mundo. Acá en Argentina ya lo practican. El cirujano le pide a la paciente que introduzca un dedo en su vagina para medir el punto G, su máxima sensibilidad. Se utiliza un instrumento ginecológico para medir esa longitud y luego se inyecta ácido rianurolico en forma de una moneda de 10 o 25 centavos para crear una especie de botón, para que durante la penetración sienta más presión en ese lugar. "Las mujeres que se realizan esta cirugía es porque sufren de frigidez o sólo buscan una mayor satisfacción sexual", señaló Guillermo Blugerman, presidente de la Asociación Argentina de Medicina y Cirugía Cosmética "Esta operación sale $15.000 y dura solo 10 minutos. En dos horas la paciente ya puede tener relaciones sexuales."
El lifting de escroto requiere una cirugía de una hora. "Después de los 50 el descenso de los testículos es notable e incómodo estética y funcionalmente", explica el doctor Blugerman. Sin embargo, esta cirugía puede practicarse a partir de los 25 años, pero sólo en pacientes que hayan sufrido sobrepeso o que tienen las características de la enfermedad genética llamada "Erlen-Darlos", que es cuando hay exceso de piel y los testículos caídos. "Esta cirugía también evita futuras infecciones genitales", explicó Blugerman. La operación requiere reposo absoluto de cuatro días y una abstinencia sexual por tres semanas. Cuesta desde $16.000.
Necesidad de cambio
Adriana Santagati - asantagati@clarin.com
El cuerpo que uno tiene, y el que uno quiere tener, están cada vez más cerca de ser el mismo. Los avances en la cirugía estética impresionan: en esta misma sección, ayer, se anunciaba que en Europa están probando agrandar el busto con células madres. Para que esa terapia se masifique falta todavía tiempo... aunque quizás no sea tanto. Aquí y ahora, ya es posible meterse en un quirófano y salir como nuevo. En mucho menos tiempo, seguro, del que llevaría encontrarle la respuesta al porqué de semejante necesidad de cambio.