Alerta sanitaria / Polémica por las cifras oficiales

Alarmante aumento de casos de dengue

Los registros provinciales indican 2300 casos, mientras que el Ministerio de Salud nacional sólo contabilizó menos de la mitad.

Fuente: La Nación

Nadie sabe cuántos enfermos hay. Mientras crecen los casos de dengue en el norte del país, en algunas provincias ya se habla de epidemia, pero, sobre todo, de descontrol. Más de 1000 enfermos en el Chaco, unos 800 en Salta, al menos 300 en Catamarca, 134 en Jujuy, 63 en la Capital, dos en Santiago del Estero, uno en la provincia de Buenos Aires y uno en La Rioja configuran un escenario sanitario sumamente delicado.

Así lo revelan los datos de los organismos sanitarios provinciales, que no coinciden en nada con los números del organismo nacional. Para el Ministerio de Salud, se trata apenas de brotes localizados y sólo existen 1100 casos de dengue en todo el país.

"No se puede hablar de epidemia, porque observamos que la enfermedad apareció en lugares localizados y perimetrales, en barrios, y no en ciudades grandes; hasta ahora se trata de casos de transmisión local de gente que llegó de países limítrofes con el vector [el virus]", dijo a LA NACION el director de Epidemiología del Ministerio de Salud, Juan Carlos Bossio. Los registros del organismo dan cuenta de menos casos que los informados por las provincias, aunque admitieron que la actualización tiene un retraso de cerca de 10 días.

"Son más casos que el año pasado, pero menos que en 2007 y en 2004, en que casi se llegó a 2000 afectados", justificó Bossio.

En Salta, por lo menos dos personas ya fallecieron por esta enfermedad, que se transmite a través del mosquito A edes aegypti y que se manifiesta con síntomas febriles, dolor de cabeza, molestias oculares y musculares.

Contradicciones

Mientras que en el Ministerio de Salud aseguran que no hay contagio masivo, en el Chaco declararon la emergencia sanitaria y hasta el gobernador, Jorge Capitanich, mencionó la palabra "epidemia". En esa provincia es la primera vez que aparece la enfermedad en estas dimensiones y resulta una rareza para la población. "En estos momentos están notificados 988 casos en todo Chaco, de los cuales están confirmados 13 por laboratorio" dijo a LA NACION el subsecretario de Salud provincial, Marcelo Slimel.

Esa cifra se contradice con los 300 casos en el Chaco que figuran en los registros del Ministerio de Salud. Tampoco coinciden los datos de las demás provincias con los nacionales, y se intuye extraoficialmente que son más de los que se informan. Para colmo, la confirmación de los síntomas dependen de un estudio en el Instituto Maiztegui de la ciudad de Pergamino, que no da abasto (ver aparte).

El panorama inquietante provocó una especie de psicosis en Charata, una ciudad de 30.000 habitantes en el sudeste de la provincia del Chaco.

El director del hospital local, Rubén Hiemadi, denunció que no dan abasto para atender las consultas y tratar a los pacientes con síntomas compatibles con la enfermedad. Algo similar ocurre en la ciudad chaqueña de Sáenz Peña, donde también el director del Hospital 4 de Junio, Luis Lita, admitió que están desbordados.

El intendente de Charata, Miguel Tejedor, lo expresó así: "Es muy preocupante, por la cantidad de gente infectada. Tenemos 5000 personas afectadas y crece; la preocupación es generalizada, porque, si bien hay lugares más humildes donde no pueden comprar repelentes, los casos aparecieron en todos lados".

Según afirmó Tejedor, el fin de semana pasado habría fallecido una joven de 18 años por la enfermedad. En el Ministerio de Salud de la Nación desmintieron que ese deceso estuviese relacionado con el dengue, aunque no hubo autopsia posterior para confirmarlo o descartarlo.

Fuera de control
"El dengue está totalmente fuera de control; primero, negaron el problema; después, lo admitieron parcialmente, y sólo esta semana reaccionaron, pero es tarde", expresó el coordinador del Centro Mandela, Rolando Núñez, a LA NACION.

"De ser una endemia se transformó en epidemia porque fracasaron los programas básicos de higiene y limpieza; además, apareció en las zonas donde el proceso de desmonte es más notorio como una expresión más del desequilibrio ambiental que se está produciendo", agregó Núñez, que dirige una de las organizaciones independientes que denunció la muerte de tobas por desnutrición.

El director de la Sociedad Rural de Charata, Juan Alberto Monin, comentó a LA NACION que la gente está en un estado de psicosis. "Se ven filas en los centros de salud y la preocupación es real: mi mujer estuvo enferma y, por suerte, ahora está bien."

A este contexto se suman las críticas a la ministra de Salud chaqueña, Sandra Mendoza, esposa de Capitanich, que está de licencia médica tras el escándalo que protagonizó hace un mes, cuando, en una crisis de nervios, chocó varios autos en el estacionamiento de la gobernación.

No existe una vacuna contra el dengue y, prácticamente, la única forma de controlarlo es a través de la higiene de los lugares donde podrían procrearse los mosquitos, y la fumigación. La variante hemorrágica de la enfermedad, poco común en la Argentina, resulta muy difícil de revertir y, en la mayoría de los casos, resulta mortal.

El comportamiento del dengue en el país parecería muy dinámico. En Santiago del Estero, se confirmó la enfermedad después de 10 años y en La Rioja detectaron el primer enfermo del año esta semana. Resulta también llamativo que en Jujuy la cantidad de enfermos (134 casos) sea la más alta de la historia, según las cifras del Ministerio de Salud de esa provincia.

Con la colaboración de los corresponsales de Salta, Jujuy, Chaco y Santiago del Estero.