"Proceedings of the National Academy of Sciences"

¿La Digoxina es útil como antitumoral?

Blquean a la proteína HIF-1.

Por décadas, los médicos han recetado fármacos como la digoxina para tratar a pacientes con problemas del corazón, como la arritmia o la insuficiencia cardíaca. Pero pronto podrían indicarla también para los que padecen cáncer. Según demostraron a través de un estudio científico difundido ayer esa clase de fármacos podría llegar a desacelerar o parar la progresión del cáncer.

Difundido por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) de los Estados Unidos, el estudio se centró en la función de una proteína (llamada HIF-1) que controla los genes que ayudan a las células a sobrevivir en condiciones de poca oxigenación. Esa proteína "enciende" los genes que hacen crecer nuevos vasos sanguíneos para hacer que las células sigan viviendo. Cuando se desarrollan tumores sólidos de rápido crecimiento, el oxígeno también es escaso. Por lo cual, los investigadores pensaron que era importante bloquear a la proteína HIF-1 para afectar el crecimiento de los tumores.

Gregg Semenza, director del programa vascular en el Instituto Johns Hopkins de Ingeniería Celular, y su equipo probaron la colección de 3.000 drogas que ya están aprobadas por la autoridad sanitaria. Buscaban cuál de ellas podía bloquear a la proteína en cuestión. Más de 10 drogas que sí tenían su efecto sobre la proteína pertenecían a la familia de los fármacos que incluye a la digoxina.

Los investigadores trataron células de cáncer de próstata. Observaron que las células que trataron con digoxina habían desacelerado significativamente su crecimiento, con un menor número de células totales después de tres días y un aumento de células que habían parado de desarrollarse. Después, los científicos demostraron que la digoxina funcionaba para reducir tumores en ratones.

Hasta ahora, la digoxina actuaba para fortalecer y frenar el ritmo del corazón enfermo. Pero los investigadores usaron dosis más altas de las habituales en sus ensayos. Entonces, admiten que necesitan más estudios, para evitar daños colaterales. "Estamos tratando de matar un tumor. No queremos parar el corazón", dijo Huafeng Zhang, una de las investigadoras del equipo.