Neurociencias y psicoanálisis: ¿tienen algo que decirse? | 29 OCT 08

Libres y conscientes, pero infelices

Un diálogo imperdible entre Eduard Punset y Pierre Magistretti.

Pierre Magistretti:
¿Sabes? Tengo una metáfora sobre el inconsciente y el psicoanálisis. Creo que es como si viviéramos en una casa, una casa grande, y nos percatáramos de que hay otra persona que también vive ahí. Imagina que fuéramos al salón y viéramos que alguien ha movido los ceniceros de sitio, o que la televisión está en otro lugar… nos daríamos cuenta entonces de que hay…

Eduard Punset:
Alguien…

Pierre Magistretti:
Alguien que vive ahí, ¡pero al que no conocemos! Y creo que a través del proceso de psicoanálisis, en algún momento llegamos a encontrarnos con esta persona, a conocerle un poco… las cosas no cambian demasiado, ¡porque te sigue haciendo jugarretas! pero por lo menos sabes quién es… ¡le has conocido!

Eduard Punset:
Sigues abriendo la puerta de la nevera y preguntándote: «¿qué diablos he venido a buscar?», ¿verdad?

Pierre Magistretti:
¡Exacto!

Eduard Punset:
Porque lo has olvidado… es increíble.

Un armisticio entre dos disciplinas

Eduard Punset:
Bueno, afortunadamente, hay una especie de armisticio en una guerra que ha durado muchísimos años. Yo la recuerdo… bueno, cuando tenía diez años y mi padre nos llevaba a lo que llamábamos entonces «el manicomio». Y había una guerra sin cuartel entre los psiquiatras o los neurólogos, por una parte, que decían: «oiga, lo importante son las leyes que gobiernan el cerebro, y todo está en el cerebro», y lo que decían los psicoanalistas, que decían: «oye, no. Todo depende del subconsciente: realmente somos únicos, en el sentido de que la experiencia deja una huella y, sin conocer esta huella individual, es imposible estudiar realmente la conducta y saber qué sucederá con esa persona», ¿verdad? Y, Pierre, al parecer es verdad que ahora hay una especie de armisticio entre los neurobiólogos y los psicoanalistas. ¿Es cierto, o qué significa exactamente?

Pierre Magistretti:
Creo que está empezando. Por supuesto, estas dos disciplinas, como decías, en el pasado estaban en pugna y eran completamente opuestas: su contexto cultural, su lenguaje, sus referencias… todo era completamente distinto. Sin embargo, ahora hay una idea, un concepto, que se basa en datos experimentales: el concepto de plasticidad cerebral. Es decir, nuestro cerebro no queda codificado una sola vez y para siempre al final del desarrollo cerebral, tras la infancia o en la primera infancia, sino que cambia continuamente como resultado de la experiencia. Evidentemente, los cambios suceden en un ámbito muy pequeño, que nosotros, los neurobiólogos, denominamos «sinapsis», que es donde tienen lugar los contactos entre neuronas. Tenemos alrededor de cien mil millones de neuronas, y cada neurona entra en contacto con diez mil neuronas más. Por tanto, tenemos mil billones de sinapsis.

Eduard Punset:
¡Increíble!

Pierre Magistretti:
¡Eso es muchísimo! Pero, además, la experiencia modifica la eficacia de las sinapsis. Si aprendes algo, si tienes una experiencia, entonces algunas de las sinapsis de una red concreta serán más eficaces. Ésta es la base del aprendizaje y de la memoria. No obstante, lo importante es que la noción de plasticidad (es decir, el hecho de que la experiencia modifique el cerebro) constituye un puente, por así decirlo, entre la neurociencia y el psicoanálisis. La huella psíquica» y la «huella sináptica» son dos términos que pueden proporcionar un puente, un lenguaje común entre estas dos disciplinas.
 

 

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