Los expertos relacionan el adelanto de estación con el cambio climático. El tema no es sólo argentino, es mundial.
Por: Mariana Iglesias
Como nunca, este año la primavera se adelantó y, al menos en un sentido, ya comenzó: hay varias especies de árboles que están floreciendo. Eso significa que hay polen en el aire y que comenzaron los problemas para los alérgicos. Los especialistas relacionan este adelanto de estación con el cambio climático.
El tema es mundial, y Argentina no es ajena al problema. De hecho este ha sido (todavía lo es) un invierno con temperaturas altas. Cualquiera puede ver que hay flores que usualmente no están a esta altura del año. Y lo mismo sucede con los árboles. El especialista en medicina respiratoria Samuel Azar, a cargo de la Estación Aerobiológica Buenos Aires, explicó a Clarín que ciertas especies de vegetales se adelantaron y ya están floreciendo, como algunos fresnos, olmos, cipreses y moreras.
"Este invierno hizo calor. Algunas especies que habitualmente florecen más tarde, este año lo hicieron más precozmente. Que no haya lluvia tampoco ayuda, porque la lluvia intensa es la que barre los granos de polen del aire. Y el viento es el que lleva el polen por todos lados y hace que impacte más en las personas -dice Azar-. El polen de plátanos ya está en la atmósfera y, en pocas semanas, llegará a sus picos máximos. En esos momentos las personas alérgicas tendrán intensa sintomatología, ya que es una de las especies arbóreas que produce gran sensibilización".
La aparición de granos de polen de diversas especies vegetales que persisten hasta comienzos de otoño provocan, no sólo conjuntivitis (resfríos con estornudos frecuentes, abundante secreción acuosa por la nariz, lagrimeo, irritación en los ojos) sino, también, crisis de asma. "El paciente sensible a un polen tendrá sus síntomas mientras éste permanezca en el aire. Por eso, el paciente alérgico a una especie vegetal debe saber en qué momento el polen que lo afecta se halla en la atmósfera y en qué concentración se encuentra", dice Azar. En el sitio de Internet de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (www.alergia.org.ar) hay una sección en la que se puede ver un conteo de pólenes que se renueva a diario. "El cambio climático ha modificado las estacionalidades. El verano dura hasta mayo, junio, y así. Y eso facilita que las temporadas polínicas se hagan más largas. La gente está más sensibilizada. Esta semana hubo muchísimas consultas", dice Anahí Yañez, directora del Instituto de Investigaciones en Alergias y Enfermedades Respiratorias.
Una investigación de la Academia de Alergia, Asma e Inmunología de EE.UU., sobre los efectos del cambio climático en las enfermedades alérgicas, asegura que "el aumento de temperaturas globales y de los niveles de dióxido de carbono causa temporadas más largas de ciertas especies y más recuentos de polen concentrado". La Organización Mundial de la Salud (OMS) hable de "crecimiento exponencial" de enfermedades respiratorias y alérgicas: estiman que en 2030 estarán entre las diez enfermedades más comunes.