Alimentación | 20 AGO 08

Comportamiento alimentario en adultos mayores institucionalizados con deterioro cognitivo

El deterioro cognitivo en los ancianos suele ocasionar cambios alimentarios que los convierten en un grupo de riesgo nutricional.
Autor/a: Licenciadas: Correa Mónica P., Di Marco Romina, Otero Rocío M. 

Introducción:

El deterioro cognitivo (DC) es la alteración más frecuente en los ancianos y aumenta con la edad, suele ocasionar cambios alimentarios que los convierten en un grupo de riesgo nutricional. Es importante valorar periódicamente el estado de nutrición y el comportamiento alimentario, para esto existen escalas, como la escala de Blandford que mediante ítems muy sencillos permite identificar 5 estadios: aversión a alimentarse solo, dispraxia/agnosia, comportamiento selectivo, disfagias orofaringea y  faringoesofágica.

Objetivo: Evaluar conducta alimentaria en adultos institucionalizados con DC.

Material y metodo:

Estudio descriptivo, transversal. Incluidos 5 geriátricos de Mar del Plata, Miramar y Sta. Teresita. Datos: Test Blandford, Sexo, Edad, Tipo DC, Consistencia alimento, Grado de dependencia. Excluidos: residentes s/DC. Estadísticos: chi2, t Student p/muestras independientes, comparación proporciones. Significación p<0.05. Intervalo de confianza 95%.

Resultados:

La población total fue de 191 residentes, 119 mujeres (MJ) (62,3%) y 72 hombres (HM) (37,7%), con DC hubo 41 adultos, 27 MJ (65,8%) y 14 HM (34,2%). La media de edades de 82,4±5,4 años, sin diferencias entre MJ y HM ni entre localidades. La prevalencia de DC en MJ fue 22,7% y en HM 19,4% sin significación estadística.

La muestra fue dividida en <80 y >=80 años y se observó un patrón de distribución de DC diferente según edad, la enfermedad de Alzheimer fue preponderante en >=80 años (p<0.01) y el daño cognitivo mínimo en <80años.

La evaluación Blandford indicó: 51% (n=21) en etapa 2, 39% (n=16) en etapa 3, 7,3% (n=3) en etapa 4 y 2,4% (n=1) en etapa 5. El tipo de alimentación que estaban recibiendo fue: semisólida-procesada 73,2% (n=30) y normal el 26,8% (n=11).

Del análisis del grado de dependencia en alimentarse se obtuvo: necesitan ayuda el 70,7% (n=29), totalmente dependiente el 19,5% (n=8) e independiente el 9,8% (n=4).

Conclusiones:

En este trabajo la mayoría de los adultos cursa estadio 2 de Blandford, con inatención, dispraxia, agnosia, se alimenta solo con estímulos verbales, presenta dificultad emplear cubiertos correctamente, la consistencia del alimento es semisólida con un alto grado de dependencia hacia los cuidadores al momento de la comida. La escala de Blandford es una herramienta diagnóstica de fácil aplicación que permite evaluar el grado de alteración alimentaria en adultos con DC y es de utilidad a la hora de adaptar el plan alimentario. También es ventajosa a la hora de orientar y educar a cuidadores y familiares acerca de las técnicas correctas que deben practicarse a la hora de alimentar a estos adultos.

Introducción

Deterioro Cognitivo

“El deterioro cognitivo es definido como la pérdida o alteración de las funciones mentales superiores, tales como la memoria, orientación, lenguaje, reconocimiento visual, cálculo y conducta, que interfieren con la actividad e interacción social de la persona afectada.(1)

Si bien, los cambios de la memoria que se relacionan con la edad son propios de un envejecimiento normal, cuando ocurren deterioros profundos, un cierto porcentaje de estos pacientes pueden derivar en un proceso de demencia. Este deterioro cognitivo leve(2) va acompañado por desorientación, dificultad en el lenguaje y en la adquisición de nueva información, aunque en general las funciones cognitivas esenciales suelen estar preservadas, el anciano manifiesta quejas subjetivas acerca de su memoria, problemas con el razonamiento lógico y dificultad para realizar tareas complejas.

En la demencia, en cambio, acontece una pérdida progresiva de la función cerebral; no es considerada una enfermedad en si misma, sino un grupo de padecimientos que involucra problemas de memoria, comportamiento, aprendizaje y comunicación. En general, la mayoría de las demencias se presentan en personas mayores de 60 años y su riesgo se incrementa a medida que ocurre el envejecimiento. El deterioro cognitivo y la demencia son conceptos similares, diferenciándose sólo por el grado de la alteración y su principal factor de riesgo es la edad del individuo.(3)

Para Osvaldo Fustinioni (2004), las demencias más frecuentes son la Enfermedad de Alzheimer y sus variantes (50%), la Enfermedad Cerebrovascular (20%) y la Enfermedad de Parkinson (10%). Estas suelen cursar con síntomas diversos como: deterioro de la memoria en el corto y en el largo plazo, desorientación temporo espacial, alteración de la conducta laboral y social, afasia (alteraciones en la comprensión y expresión del lenguaje), agnosia (falla en el reconocimiento o identificación de objetos), apraxia (incapacidad para realizar actividades motoras) y dificultades en la capacidad de abstracción.

Según el DSM – IV(4) las demencias se clasifican dependiendo de la zona afectada del cerebro y su asociación con otras patologías. Cuando el daño afecta principalmente a la corteza cerebral, estamos frente a una demencia de tipo cortical, pudiendo causar fallas en la memoria, en el lenguaje, el pensamiento o la conducta social. En cambio, cuando el daño se encuentra por debajo de la corteza cerebral, estamos en presencia de una demencia subcortical, los cambios involucran al movimiento, la memoria y el área emocional.

Demencia Senil

En la Demencia Senil ocurre la pérdida de la función cerebral debido a pequeños accidentes cerebrovasculares que se van generando a medida que avanza el envejecimiento.

El DSM-III lo define como un síndrome mental orgánico que se caracteriza por un deterioro de la memoria a corto y a largo plazo, asociado con trastornos del pensamiento abstracto, juicio, funciones corticales superiores y modificaciones de la personalidad. La edad de comienzo suele ser posterior a los 65 años, y puede ser leve ó grave según el grado de dependencia en las actividades de la vida diaria (AVD). Se evidencia deterioro de la memoria a corto plazo (incapacidad para recordar el nombre de objetos al cabo de cinco minutos) y a largo plazo (incapacidad para recordar información que le era conocida en el pasado). También debe incluir al menos uno de las siguientes alteraciones:

Deterioro del pensamiento abstracto (dificultad para definir conceptos, semejanzas, significado de términos, etc.)

Deterioro de la capacidad de juicio (incapacidad de resolver problemas relacionados con la vida diaria, laboral, social, incapacidad de planificar, etc.)

Afasia, apraxia, agnosia, dificultades constructivas y modificaciones de la personalidad.

Los síntomas que suelen acompañar este padecimiento son: trastornos del aprendizaje, desorientación, convulsiones, contracturas musculares, alteraciones de los reflejos, temblor, incoordinación motora, dificultad para caminar, comer, higienizarse, vestirse, realizar las tareas del hogar y en general de la vida diaria, con episodios  maníaco-depresivos, violencia, apatía, vagabundeo, trastornos del sueño, lenguaje obsceno, alucinaciones, ideación delirante, robos, paranoia, trastornos del juicio, conductas paradójicas, trastornos sexuales, inadaptación social, alteraciones visuales, gustativas, auditivas y olfativas.

Para Pablo Bagnati(5), las demencias pueden ser organizadas en cuatro grupos: en un estadio transicional entre las capacidades cognitivas normales y una clara enfermedad de Alzheimer ocurre un Daño Cognitivo mínimo (DCM), con dificultades de memoria que son reconocidas por los propios mayores o por otros y que pueden ser detectados por test sensibles de memoria.

La Demencia vascular (DV), en cambio, tiene un curso más rápido que el de la enfermedad de Alzheimer y puede coexistir con ella, siendo una demencia de tipo mixto y de aparición muy común.

La Demencia del lóbulo frontal o enfermedad de Pick (EP) es muy poco frecuente, siendo responsable solo del 5% de las demencias, se observa en pacientes con demencia fronto-temporal, aquí el comportamiento alimentario está alterado y hay pérdida de la conciencia social.

Por último, la Demencia por Cuerpos de Lewy (DCL) posee aspectos de la enfermedad de Alzheimer asociados a elementos de enfermedad de Parkinson, con alucinaciones visuales.

Alzheimer

La Enfermedad de Alzheimer o demencia primaria, es un trastorno degenerativo y progresivo que afecta los tejidos cerebrales, produciendo un estado de incapacidad.(6) Se caracteriza por la pérdida del tejido neuronal y de los entramados neurofibrilares presentes en el hipotálamo y en la corteza cerebral, zonas responsables de la memoria y capacidad intelectual.

Se constituye como una de las formas de demencia más comunes que afecta a gran parte de la población mayor de 60 años.(7) En su progreso, la Enfermedad de Alzheimer evoluciona en cuatro estadios, de leve a severa y los pacientes comienzan a requerir ayuda en actividades complicadas como cálculos, asistencia para sus actividades de la vida diaria, seguimiento en la preparación de alimentos (por ejemplo medidas de seguridad en la cocina), no reconocen a sus familias o amigos, o confunden a las personas.(16) También pueden presentar trastornos de la deglución y pueden coexistir depresión, apatía, ansiedad y delirio.

Parkinson

La enfermedad de Parkinson (EP) es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que, se estima, afecta al 1% de la población mayor de 50 años, siendo la media de edad de comienzo entre los 60 y 65 años.

La EP tiene como sustrato fisiopatológico alteraciones en la dopamina por afectación de las neuronas de la sustancia nigra. Estas neuronas son las responsables de modular, por diferentes vías, el tálamo y su conexión con la corteza cerebral. Para que se manifieste clínicamente la EP, se requiere una pérdida mayor al 80% de las neuronas dopaminérgicas.(8)

En la evolución de la EP, entre un 40% y un 70% de los pacientes desarrollarán demencia. La demencia parkinson, es aquella que comienza antes de los dos años del diagnóstico. Si esta se desarrolla antes o entre los dos años del diagnóstico de EP, cumple criterios para demencia con cuerpos de Lewy. Estos dos tipos de demencia tienen patrones neuropatológicos, clínicos y evolutivos similares, pero se diferencian de la Enfermedad de Alzheimer debido a que se asocia con trastornos visuales, mayores alteraciones de la esfera de la atención, y menor compromiso de la memoria.(9)

Aspectos Nutricionales

La alimentación y la nutrición son aspectos básicos que deben ser conservados y, para lograrlo, es necesario efectuar modificaciones al plan alimentario dependiendo del estado evolutivo de la enfermedad.

Por este motivo, es importante valorar periódicamente el estado nutricional del adulto mayor con el objetivo de evitar la desnutrición.

Otro de los aspectos a controlar y que no debe ser dejado de lado en los pacientes con deterioro cognitivo es el comportamiento alimentario, debido a que el paciente con demencia puede llegar a rechazar e inclusive sentir aversión por la comida, independientemente de sus características organolépticas y de presentación, al igual que en las apraxias tempranas, en las que hay dificultad para el uso de cubiertos, y en las agnosias, en las que los enfermos están impedidos de reconocer y diferenciar los alimentos de otras sustancias o cosas no alimenticias.

 

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