Los españoles yo no siguen una dieta mediterránea

Los españoles no seguimos una dieta mediterránea. Por el contrario, como recordó en el día de ayer la Dra. María Teresa García Jiménez, jefa del Servicio de Educación Sanitaria de la Escuela Nacional de Sanidad, en el marco de los XXIV Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria que se están llevando a cabo en Castro Urdiales, los actuales hábitos alimentarios se han desviado a una dieta con demasiada grasa animal, abuso de frituras y azúcares y pocos productos frescos.
 
El resultado es que, a día de hoy, son pocos los españoles, en su mayoría mayores de 60 años, los que llevan una dieta mediterránea a base de verduras, legumbres, fruta, toman pescado con frecuencia y no lo fríen todo. 
 
Como indicó la Dra. García Jiménez, “hemos pasado de una época en la que escaseaban algunos alimentos a otra en la que los consumimos de forma excesiva, caso de las grasas de origen animal, del azúcar y de los aceites. Así, los postres dulces han sustituido a la tradicional pieza de fruta fresca en un momento en el que hay más fruta que nunca en cualquier época del año”. Un hábito que, desgraciadamente, se ha trasladado a los comedores escolares y de mayores, “un hecho –en opinión de la experta– muy grave”.
 
La realidad actual viene marcada, en palabras de la Dra. García Jiménez, “por una población con más poder adquisitivo que nunca y con los peores hábitos alimentarios. La dieta actual está dando lugar a enfermedades degenerativas de tipo digestivo, cardiovascular, obesidad y diabetes. Y al mismo tiempo, el sobrepeso está creando problemas de tipo osteoarticular”. Y es que las principales patologías que llevan a la población a su médico están basadas en una alimentación errónea en una época donde no escasean los alimentos.
 
Por ejemplo, y en relación con los alimentos precocinados, a los que en opinión de la especialista se puede recurrir de forma esporádica, “su uso se está convirtiendo en abuso en muchos hogares. Tal es así que las patatas congeladas, las pizzas, las empanadillas, las croquetas o las barritas de pescado son la dieta de cada día en muchos hogares españoles”.
 
Es cierto que los consideran que se alimentan mal. Pero no por los motivos referidos, sino porque la calidad de los alimentos no es tan buena como hace años. Y es que hoy en día, la selección de alimentos no adecuados se debe en parte a, comentó la experta, “la falta de información sanitaria y a los mensajes publicitarios agresivos”.
 
A su juicio, el cambio de hábitos ha modificado la mentalidad de los más jóvenes, que “sólo piensan en que les guste, que sea apetecible e incluso transportable, que no les haga pasar tiempo en la cocina, y que la compra sea lo más cómoda posible”, evitando limpiar, trocear, empaquetar y guardar. “Prefieren tener varios alimentos que puedan comer cuando quieran, que no se estropeen, a poder ser congelados para que cuando les apetezca sólo los tengan que meter en el microondas o en la freidora”, concluyó.