El grupo de Claire Lewis y Munitta Muthana, pertenecientes a la Universidad de Sheffield, se proponen idear un tratamiento ambicioso: una suerte de caballo de Troya molecular. Estos investigadores han diseñado un sistema para administrar fármacos que aprovechen la atracción que suelen mostrar los macrófagos hacia las áreas hipóxicas de los tumores.
Mediante ingeniería genética, han modificado macrófagos para que liberen un virus terapéutico en estas regiones que, debido a un aporte sanguíneo insuficiente, no suelen responder a los tratamientos habituales, como la quimioterapia o radioterapia. Hasta el momento, los experimentos se han realizado en cultivos.
Una vez que llegan al tumor, los macrófagos liberan miles de copias del virus, que infectan las células neoplásicas. Luego, una proteína de estas células activa el gen terapéutico presente en cada virus, lo que conduce a la síntesis de una toxina que induce la muerte celular. Por lo tanto, se evita la promoción del desarrollo tumoral, como haría en condiciones habituales.
Aún deben determinarse los pormenores de un posible tratamiento antiinflamatorio contra el cáncer. La manipulación del sistema inmunitario –por sutil que sea– acarrea riesgos y su inhibición puede facilitar la aparición de infecciones oportunistas.
Comentarios
Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.