“Archives of Internal Medicine”

Nuevas directrices pueden aumentar el uso de estatinas

Recomiendan a la mayoría de los varones de entre 45 a 75 años y mujeres de 55 a 75 años que se sometan a un TAC para predecir el riesgo de infarto de miocardio.

La proporción de adultos estadoundenses que reciben tratamiento para reducir sus niveles de colesterol podría aumentar entre un 25% y un 50% si los médicos controlaran rutinariamente las arterias en busca de acumulación de placas de ateroma, según sugiere un estudio de investigadores del University of Texas Southwestern Medical Center (Estados Unidos). 

En el 2006, el grupo de trabajo Screening for Heart Attack Prevention and Education (SHAPE) elaboró recomendaciones para actualizar la evaluación del riesgo de infarto de miocardio en adultos y ancianos. En lugar de analizar sólo los factores de riesgo habituales (tabaquismo, hipertensión, etc.), estos expertos indicaron que los médicos deberían utilizar la tomografía axial computarizada (TAC) para analizar los depósitos de calcio en las arterias coronarias.

El calcio es un componente de las placas que taponan las arterias y que pueden causar un infarto. Estudios previos demuestran que el nivel de calcio en el organismo de una persona, determinado mediante TAC, predice su riesgo de infarto.

El grupo SHAPE recomendó que la mayoría de los hombres de entre 45 y 75 años y que las mujeres de entre 55 y 75 años se realicen un estudio por TAC para predecir el riesgo de infarto. Esto ayudaría también a determinar si necesitan empezar a tomar una estatina para controlar mejor el colesterol LDL.

Según estas directrices, las únicas personas excluidas de este control serían aquellas con muy alto o muy bajo riesgo de sufrir un infarto; estas últimas porque carecen de todos los factores de riesgo importantes, como hipertensión, colesterol elevado y diabetes.

El nuevo estudio, publicado en “Archives of Internal Medicine”, estimó cómo el uso generalizado de la TAC modificaría la prescripción de fármacos para el colesterol. Los autores utilizaron datos del Dallas Heart Study, que incluyó a 2.611 adultos a los que se les había medido el calcio coronario mediante TAC.

El equipo halló que si se aplicaran las directrices del grupo SHAPE aumentaría la cantidad de personas con niveles de riesgo de LDL, aunque en algunos casos los resultados de la TAC en realidad "reclasificaran" a las personas con menor riesgo de infarto que los factores de riesgo tradicionales.

Por lo tanto, el equipo estimó que las directrices elevarían un 27% la cantidad de personas que podrían recibir estatinas.

En promedio, los participantes tenían entre 30 y 65 años. Si se elimina de la lista a los hombres menores de 45 y a las mujeres menores de 55, la proporción de pacientes que tendrían que recibir estatinas sería del 48%. Si hubiese habido participantes mayores de 65 años, ese aumento habría sido mayor, aclaró el equipo.